𝐉𝐎𝐊𝐄𝐒 || 𝐁𝐚𝐧𝐠 𝐂𝐡𝐚𝐧

SIETE; JOKES

Tocó el timbre.
Todos salieron como estampida, pero yo únicamente miraba como Kaira se levantaba para irse sola y con prisa.

Me levanté y antes de ir tras ella, escuché la voz de Reagan.

—Christopher.

Giré sobre mis talones y la vi guardando sus cosas con tranquilidad.

—¿Si?

Me miró de reojo, solo por unos segundos, para después guardar un silencio que me puso sumamente incómodo.

Pero en cuando terminó de guardar su material, me miró atenta y con una sonrisa que no sabría como descifrar.

—Lo de hace rato— hizo una pausa minúscula —en los pasillos antes de entrar a clase.

Suspiré —no sé de que otra manera quieres que te diga, fue un accidente, alguien me empujó. Ya te pedí disculpas, ¿no entiendes?

Frunció el ceño confundida —¿por qué suenas molesto? Pensé que yo te gustaba y por eso hacías esas estúpidas bromas para llamar mi atención.

Me quedé callado mientras la miraba seriamente. En realidad solo pensaba en que lo que decía creía que era verdad.
Desde en un principio el punto era ese, pero desde que comencé a notar que no lograba nada, mi punto cambió.

—¿Chris?

Asentí firmemente con la cabeza —el chiste era ese, llamar tu atención porque estaba enamorado de ti— hice una pausa —pero no entiendo porque lo estaba.

Reagan abrió sus ojos sorprendida —¿qué dices?

—Que ya no me gustas— solté un suspiro —mira Reagan, eres una chica muy linda, pero desde el momento en que me di cuenta que no podría ocurrir nada entre nosotros, debí de haberme alejado de ti.

Rió sarcástica —¿cómo? ¿Cómo supiste que no podría ocurrir nada?

—Cuando olvidaste mi nombre— reí leve —no solo fue una vez, probablemente ya no lo recuerdes, pero cuando te hablaba para pedirte algo sobre la escuela siempre preguntabas por mi nombre, y yo sabía que ya te lo había dicho.

—N-No recuerdo— tartamudeó.

Me encogí de hombros —lo entiendo, sé que jamás debí de jugarte esas bromas, pero... no sabía como llamar tu atención hasta que recordaras mi nombre.

En cambio la chica frente a mí tenía una expresión confusa. Parecía que no entendía nada, que no podía creerlo.

Después de todo a ella le gustaba recibir la atención de Christopher, a pesar de que fueran puras bromas, Reagan sabía que lo hacía porque gustaba de ella.

—Si me permites, tengo que buscar a Kaira— me giré hacia la salida.

—Yo hablé con ella.

Detuve mi paso en seco y la volví a ver otra vez.

—¿De qué?

Rió levemente —eres tan ingenuo, lo noto, ella lo nota— hizo una pausa mientras soltaba un suspiro —me trató de explicar que lo de los pasillos no fue tu culpa.

No dije nada, sabía que Kaira lo intentaría, siempre lo hace, siempre trata de cuidarme.

—Por favor— rió —eso es causa de algo, o tienes una amistad tan linda con Kaira o a ella le gustas...

Negué con la cabeza —no entiendo, no, ella y yo somos mejores amigos, solo eso.

Negó con la cabeza —me dijo que le gustas, pero que yo te gusto a ti. Me dijo que por favor te diera una oportunidad— sonrió ladinamente —tanto te quiere que prefiere tu felicidad antes que la de ella.

—Yo-

—Reagan, te habla la asesora...

Giré a ver a la puerta y se trataba de Kaira, recargada en el marco de la puerta.
Ella se topó con mi mirada pero enseguida la retiró.

—Gracias— sonrió para mí amiga —nos vemos más tarde Chris, creo que aún queda mucho de que hablar...

Caminó a mi lado y salió por aquella puerta.
Kaira estaba por irse detrás de ella, pero no podía dejarlo así, parecía que estaba molesta y solo trataba de evitarme.

—¡Espera!

Me miró sin decir nada.

Me acerqué corriendo y me miró sin entender nada.

—¿Te... ocurre algo?— susurré —luces molesta.

No dijo nada por un largo rato, hasta que terminó por agachar la mirada por unos segundos y subirla enseguida, pero esta vez con una pequeña sonrisa.

—Hoy era puré de papa como platillo especial— susurró apenada —tú ni siquiera te apurabas, por eso salí rápido del salón.

Abrí la boca como una "O" para asentir con la cabeza lentamente.
Ella solo asintió como yo y suspiró.

—De todas formas no alcancé— susurró para mirar hacia el pasillo —malditos animales... estaba la fila repleta de gente— dijo de regañadientes.

Reí levemente mientras la veía cruzarse de brazos para seguir reclamando en susurro.