KiriAsuWeek2020

El rey y la bandida 01

KiriasuWeek2020

AU*

Día 7: correspondiente al 06 de octubre

* "Aclaración: los temas para este día son 'canon' pero el tema me inspiró para escribir un AU"

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Existía una historia. Que surgió en el rincón más pobre del reino.

Sobre un caballero renegado que prefirió servir a los pobres, antes que a su rey. Se hizo llamar "Destello Sangriento" quien con su espada le robaba a los ricos, para repartir esperanza a los pobres.

Al principio, solo fue eso, una historia, algo ficticio que alguien inventó para asustar a los nobles y realeza.

Pero, en los últimos años, desde que el nuevo rey reclamó el trono y con mano dura gobernó. Múltiples robos y saqueos llenaron de horror e indignación a la nobleza.

El rey, un hombre orgulloso, ordenó darle cacería. No deseaba que continúe burlándose de él, ofreció una recompensa a quien lo trajera a sus pies. No cualquier recompensa, le cumpliría un deseo a quien lograra esa hazaña.

Así entonces, cientos de caza fortunas surgieron. Campesinos dejaron sus herramientas de labranzas para intentar algo de suerte, los nobles formaron escuadrones, con el mismo objetivo.

El nombre del Destello y su historia, fue sabida en todos los rincones del reino, incluso en los reinos vecinos, haciendo que cazadores de esos lugares se unieran a esa búsqueda.

Pasarían años para que alguien pudiera reclamar el deseo prometido.

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Los salpinx anunciaron un gran evento, en poco tiempo, la noticia de que el bandido más famoso había sido atrapado, recorrió toda la capital del reino.

Una gran multitud se aglomeró a las afueras del palacio real, para conocer el rostro de ese hombre, que hasta ahora había sido un misterio.

Encadenado y cubriendo su identidad con una capa roja, del color de la sangre, así como era descrito por los testigos, fue ingresado al palacio. Donde el rey le esperaba.

La Aristocracia se encontraba dentro, serían testigos del juicio.

El rey, sentado en su trono observó como la enigmática figura era obligado a ponerse de rodillas.

Su curiosidad por conocer el rostro de quien puso en duda su credibilidad como monarca por varios años, creció ante las extrañas fachas que este traía, un bandido muy refinado al parecer. Antes de ordenar le quitaran la capucha, se enfocó en el hombre que logró atraparle.

No sé trataba de un cazador ordinario, por la gloriosa armadura que portaba y el emblema que resaltaba en su pecho, le indicaba que era un caballero del reino vecino.

—A quien debo esta hazaña.

El caballero le mostró sus respetos.

—Comandante Eldrie Wolfsburg majestad, del reino del norte.

—¿Tú rey te ha enviado?

Asintió.

—Tras escuchar el problema de saqueos y robos, decidió apoyar su causa.