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Sentado en las gradas apoyando su barbilla en la mano izquierda observaba desinteresadamente su alrededor. Una presentación de porristas podría resultar en una competencia por quién lograba destacarse más que el resto en vez de representar un apoyo a los jugadores de fútbol americano.

¿Pero qué estaba haciendo ahí si resultaba tan aburrido?

Un vago brillo iluminó su mirada hambrienta dándole la respuesta que tanto deseaba, aquel chico del agua corría tropezando con algunos reemplazos que gritaban en apoyo de su equipo.

—Allí estás, tipo escurridizo.—

La voz apenas audible proyectó un dejo de gravedad en la última letra, volviendo aquella frase un susurro atrapado entre paredes de pasión silenciosa.

Oh SeHun ni siquiera lo miraba tratando de hacer su trabajo bien, en un sin fin de ocasiones recibía malas miradas cuando sin querer su torpeza resultaba en más de un jugador mojado.

Así es, Byun BaekHyun observaba al chico torpe qué en su imaginación tenía un gran miembro colgando de entre sus piernas.

¿Cuántas noches no soñó con llenarse la boca de su salado semen?, ¿Cuántas veces no asoció el ruido de su defectuosa cama con un revolcón entre los dos?

Fueron más de las necesarias para terminar masturbándose y proclamando su nombre.

No importa cómo sucedió, ni cuando fue la primera vez que notó aquel deseo unilateral, esa noche debía tenerlo.

Lo haría suyo.

El juego pareció durar una eternidad, no prestó atención al marcador por ende no supo quién resultó ganador, solo se dedicaba a mirar a su objetivo.

— Disculpa.— SeHun hizo una reverencia sin notar las dobles intenciones del pelicastaño.

Baekyun por su lado estaba quieto igual que una estatua, su cuerpo ni siquiera se movió un centímetro cuando ambos chocaron por voluntad propia, sabía bien que cartas jugar.

— ¿Tienes más agua? — Preguntó pareciendo inocente, podría fácilmente llevar a su casa el trofeo como mejor actor.

Al observar al otro confundido una risa burlona salió fuera, la pequeña nevera con ruedas estaba vacía y con hielos disueltos.

— ¿Disculpa? — Nuevamente el más alto parecía no entender a qué iba todo eso, no era un vendedor pero su apariencia pudo haber dado aquella impresión.

Un bufido de la otra parte se dejó escuchar con fuerzas, agarró su mano sin importarle parecer raro, o una especie de secuestrador.

— Ven, el entrenador me pidió que te diera más botellas de agua, soy el repartidor.— Mintió indicando la cantidad de personas que buscaban desesperadamente beber algo.

Sonrió, su plan estaba dando frutos. Improvisar de pronto se le daba bien teniendo en cuenta lo despistado de quién lo seguía sin rechistar.

¿Acaso seguía a todos cuando se lo pedían? No se detuvo a pensar en la respuesta, estaba demasiado caliente para formular escenarios inexistentes.

— Te mentí, no soy el repartidor.—

Byun cerró la puerta detrás de ellos cuando estuvieron en un salón diferente, no tenía llave por lo que usar una silla para bloquear el acceso venía bien, a pesar de no saber si funcionaría.

Los ojos del otro se abrieron más de lo normal pestañeando varías veces seguidas, no tuvo tiempo de reaccionar y tampoco para decir algo, no sabía si quería reír o le estaban tomando el pelo como de costumbre.

SeHun era un chico guapo, tenía una figura imponente que podría usar a su favor si quisiera, el timbre de voz cuando despertaba por la mañana desbordaba sensualidad innata igual que su caminar, sin embargo aquella personalidad dulce parecía ser un punto débil para los otros que terminaban por usarlo, y dejarlo.

Las relaciones de los tiempos modernos parecían estar dirigidas solo para fuck boys consiguiendo gloria sin hacer nada, en cuánto a los románticos era casi similar a ser invisible.

Censored ♡ [SEBAEK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora