Censored ♡ [SEBAEK]

003

Me quedé de piedra cuando alguien que no soy yo mismo me tocó debajo de la ropa, ¿qué está pasando? ¿Es un sueño? ¿Me golpeé en la cabeza cuando seguí aquel chico que ni siquiera conozco a buscar un encargo?

Resulta inusual.

Inusualmente devastador, mis hormonas están en un desbalance asimétrico. No logro asimilar tales torrentes de adrenalina que se alojan en mi zona baja, no soy consciente de esa sensación sofocante que me grita que salga corriendo por algo frío, un helado o una manta eléctrica que controle mi temperatura.

¿Debo permitirlo?

No lo conozco, mucho menos él a mí, sin embargo deseo entrar en contacto con su cuerpo. Los dos somos hombres, no tengo ni la menor idea de cómo funciona esto, ¿Él debe entrar o yo debo entrar en él?

— ¿Cuál era tu nombre? —

Trato de formular alguna pregunta decente antes de ceder a mis deseos carnales, esta calidez que envuelve mi estómago parece no saber de tratos, formalidades o lógica.

— BaekHyun—

Me corta apretando detrás de mi nuca, ansioso de comenzar algo que no entiendo.

— Mi nombre es Byun Baekhyun—

Vuelve a repetir exhalando un efervescente flujo de aliento mentolado sobre mi boca, atrapando mi espíritu en una caja de pandora.

— Bien Baekhyun, soy Oh SeHun y sé que debo presentarme, lastimosamente no te he visto hasta el día de hoy, por cierto soy virgen—

Las palabras que he dicho tan pronto como abandonan mi boca se comienzan a repetir en mi cabeza.

Eres un imbecil Oh.

Cuando estoy pensando en los peores escenarios y veo telepáticamente mi futuro en sus ojos volviéndose añicos, una estrepitosa risa atraviesa mis oídos perforandolos con impaciencia.

La persona enfrente de mí no hace más que reírse y gemir cómo si le hubiera dicho las palabras más sucias que existen en este planeta.

Vuelvo a sentir una punzada enormemente placentera en la punta del miembro.

— ¿Es un problema? — Susurra Byun encima de mis labios resecos que en menos de un segundo se vuelven húmedos.— Estoy aquí para solucionar ese pequeño detalle.

No soy capaz de devolverle respuesta alguna pues su boca danza arriba de mi cuello, traza diferentes figuras sobre mi pecho deteniéndose en el comienzo de mi pantalón, lo sé, puedo sentirlo.

Lo veo.

— SeHun, eres adorable—

Fue lo último que pronunció hasta perderse en la dureza de mi erección.

No sabía que sabía gemir, mucho menos pude prever que pediría más con palabras atropelladas, todo lo que conocía se resumió en un nada cuándo sentí salir mi semen con urgencia, cerré los ojos desde el comienzo al final avergonzado de mi propia versión.

—Más...— Pedí ardiento.

Al demonio la versión actual encasillada en la buena etiqueta.

— ¿Qué quieres? —

Quise confirmar los roles antes de pasar a mayores.

—Entrar en ti—

Byun tiró de mí al suelo, luchó contra los jeans que usaba sonriendo al obtener lo más preciado que poseía, mi razón de ser.

La cordura.