Un bostezo se escapa de sus labios mientras camina por los pasillos. Se había quedado hasta tarde en la biblioteca estudiando.
A pasos lentos se dirige hacia los dormitorios de Gryffindor, los pasillos se encuentran prácticamente vacíos, sin olvidar mencionar los fantasmas que se aparecían a lo lejos.
No le sorprendiera que llegase un prefecto a decirle que no es tiempo para estar fuera de la cama, pero que más da, la profesora Mcgonagall le deja pasarse unos minutos, no muchos pero le deja.
Rueda sus ojos al ver a uno de sus compañeros de casa fuera del baño de mujeres, a pasos de el se encuentra cierto Slytherin. Probablemente discutían y en nada comenzarían una pelea, como es típico de ellos.
Saca su varita, por precaución mientras camina sigilosamente hacia ellos. No podía no intervenir cuando su amigo estaba involucrado.
— ¿Qué demonios quieres Potter? —alcanza a escuchar—.
El nombrado da unos pasos acercándose al rubio de Slytherin, haciendo que Hermione se ponga alerta, preparada para lanzar posiblemente un Expelliarmus.
— Podrias tratarme más amable, Draco
— Jodete, puede venir alguien
La Gryffindor quedó confundida antes aquellas palabras, no sabía a qué se referían.
— ¿Es que acaso quisiste decir jodeme?
Vio como el chico de tez pálida se sonrojaba al instante. Y en cuestión de segundos vio como su amigo se acercaba quedando a unos pocos centímetros del contrario.
¡Por Merlín!
Harry estaba besando a su "rival".
A pesar de que Malfoy intento separar al otro finalmente se dejó llevar correspondiendo aquel beso posando las manos sobre el cuello del castaño.
— Harry, puede venir alguien.
No pasó mucho tiempo hasta que el nombrado arrastró al chico hasta dentro del baño.
Su mente está muy confusa, ¿que demonios está pasando?.
Maldiciendo el hecho de que es muy curiosa camino sigilosa hasta el baño donde se habían encerrado.
Se arrepintió de haber visto aquello, su boca entre abierta indicaban lo sorprendida que estaba.
El rubio se encontraba empotrado contra el lavabo, mientras Harry se colaba entre sus piernas y besaba el cuello de este.
Prácticamente huyo del lugar.
Camino rápido hacia el dormitorio, aún sin poder analizar todo aquello que acababa de observar.
Tenía mucho que preguntarle a su amigo y mañana le llenaría de preguntas.
Por ahora trataría de borrar aquellas imágenes de su cabeza.
