My ID Is Beauty | Jenlisa

Mi Pasado

—Hoy es tu primer día, cariño.-Tomo asiento a lado de la Rubia mientras acariciaba su cabello, recargandola en su hombro.- ¿Como te sientes? Es decir, haz cambiado, si antes eras hermosa ahora lo eres más, ¿Estas emocionada por ingresar a la Universidad?

—Tengo un poco de miedo, Mamá-.Levanto su cabeza y fijo sus ojos en ella.- ¿Que pasa si sigo siendo la misma? ¿Y si las personas vuelven a sentir asco de mi? Aunque he cambiado todo de mí, aún siento mi pasado, aún siento a la Lisa que era antes-. Dijo sollozando bajando su vista.

—Eres muy hermosa, no creo que nadie note tu cambio, comienzas una vida nueva, nadie te conoce, empieza de nuevo y trata de ser feliz.- Tomo las cálidas manos de Lisa.- Todo estara bien cariño, confía en ti misma.

—Te amo Mamá-. Corto la distancia para darle un amoroso abrazo.

—Te amo también amor-. Respondió y seguido deposito un beso en su frente

Años atras...

—Mira hija, allá hay muchos niños, ¿por que no vas a jugar con ellos?.- Apunto hacía un grupo de niños jugando en el parque de diversiones.

—Eso sería increíble, iré con ellos.-Entusiasmada corrió hasta llegar a ellos

—Hay que ir a la resbaladilla primero y después deciden ustedes.- Decía un pelinegro

—No, te dije que primero a los columpios.- Respondió una castaña enojada

—¡Hola! ¿Puedo jugar con ustedes?-.Dijo una rubia acercandose totalmente feliz

—¿Y tu quien eres?.-Pregunto uno de los niños que la miraban totalmente con asco

—Mi nombre es Lalisa.-Sonrió tanto que no se dio cuenta como los demás la miraban

—Bien, en realidad no aceptamos niñas tontas, así que puedes irte a jugar a otro espacio-.Se giro dandole la espalda a la pequeña Manoban, esta sintió un dolor en el pecho, nunca había tenido amigos y pensaba que sería una gran oportunidad, nunca se había puesto a pensar el por que la habían rechazado, ella creía que era una niña divertida, linda y muy alegre.

Su vida fue así, solo 7 años de edad y todas las personas la acosaban, y molestaban, tan pequeña era que nunca se había percatado el por que recibía caras de disgusto de sus compañeros cada que se acercaba a ellos, a medida que iba creciendo su apariencia seguía igual, solo había perdido un poco de peso, entro al Colegio, al parecer fue el mismo caso, todos se burlaban cada día de ella, dejaban palabras realmente agresivas escritas en su banca, rayaban sus libretas dejando escritos como "Gorda" "Inútil" "Lisa Orco" "Estúpida infantil" ente muchas cosas más, todos los días eran traumantes para ella, cada día había un abuso más, algunas veces sus compañeros de clase la dejaban encerrada en los sanitarios, escondían su comida, dinero, todo lo que le perteneciera, al pasar 1 año creyó que todo al fin había parado, nadie la había molestado en lo absoluto, pareciera que ahora era feliz, pero no lo gozo del todo, no, no todo había cambiado.

—Hice algunos apuntes del exámen, creo que te pueden interesar.-Sostuvo una sonrisa de oreja a oreja

—¿Por que me estas dando esto?.-Pregunto un pelinegro totalmente confundido

—Por que... Me.. Me gustas.-Seguía sonriendo sosteniendo los apuntes que el chico aún no había tomado

—¿Que? ¿Estas loca?.-Contesto realmente molesto, todo se mantuvo en silencio por unos cuantos segundos.- Lisa Orco ¿Sabes cuál es tu apodo?.- La rubia estaba paralizada sin decir ni una sola palabra, estaba procesando todo lo que este le había dicho.-Escucha, te haré la vida imposible si le dices a alguien que te gusto, no quiero que me vean contigo, mucho menos hablandote, alejate de mí y no vuelvas si quiera a mirarme.-Dio por terminadas sus palabras para después dar un golpe en la libreta haciendo que se le resbalara de sus manos a la rubia, cayendo al piso para después dar un pequeño golpe

Su adolescencia no fue del todo fácil, mientras caminaba por las calles de Seúl veía a todas las parejas tomadas de la mano, o incluso en restaurantes, ellas traían el uniforme del Colegio, cuanto deseaba ser normal como los demás, estaba destruida, sus pensamientos eran terribles, que no se dio cuenta que en realidad ella era normal, pero las personas le habían hecho creer que no lo era, no podía ser hermosa, ni tener un aspecto perfecto, no podía ser un rostro hermoso como en Corea se acostumbra a verse diario
"Yo nunca termino siendo bonita" "Ni siquiera puedo amar a nadie como los demás, por que... Soy un orco"
Se repetía varias veces camino a su casa, cuando en un puente se detuvo a observar, estaba ida en sus pensamientos, todo lo que deseaba era no existir más, "la vida se disfruta y se vive feliz ¿no? Y yo definitivamente no lo soy ¿que hago aquí? Solo estorbo y no lo merezco"
Sin pensarlo 2 veces subio a aquel puente grande, mirando hacía abajo, sin dejar de llorar, era un mar de lagrimas sus mejillas estaban empapadas, había perdido las esperanzas, su corazón estaba destruido, sus pensamientos eran un fondo sin fin de palabras y deseos desagradables, todo esto desapareció cuando sintió una mirada profunda sobre ella, que la hizo reaccionar, despejo su vista y la fijo a un lado de ella, estaba una mujer parada, observandola con rostro de preocupación y tristeza al mismo tiempo, no podía comprender que pasaba, por que esa chica estaba parada justo al borde de ese puente sollozando, y maldiciendose a ella misma..

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—Creo que se me hará tarde Mamá, debo irme, por favor cuida de Papá, me habría despedido de el pero esta trabajando, dile que lo amo y que pronto vendre a visitarlos.-Entrelazo sus manos con su madre

—Yo le avisaré de todo, no te preocupes hija, el también te ama, te acompañaré a la puerta.-Caminaron hasta la salida.

—Una vez más, te amo mamá, nos vemos pronto-.Dijo la Rubia acariciando las manos de su madre

—Te amo hija, te veré luego, mucha suerte y éxito.-No tardo tanto en decirlo cuando sintió una calida piel sobre la suya, recibiendo un abrazo y un beso en su mejilla

Holaaaaa! Es mi primera historia no me juzguen jaja, si notan algún error me avisan, baiiii.