Me convertire en el viento

Capitulo 30: Sonido hueco

Jiraiya tenía razón: no llegaron hasta la aldea de los sonidos sin detenerse. Pero también se equivocó, porque podrían haberlo hecho.

El Modo Sabio de Naruto se agotó a mitad de camino, lo que seguía siendo una distancia impresionante según cualquier estimación. Después de eso, la ventaja que había mantenido sobre Jiraiya se redujo a nada, y acababan de cruzar al Sonido cuando Naruto se detuvo para recuperar el aliento.

"¿Qué, parando ya?" Jiraiya fingió sorpresa. "No hemos llegado todavía. Solo hemos vuelto al punto de partida".

"Quería ver ... si podría haberlo hecho más rápido". Naruto se sentó en la hierba fría y luego se dejó caer hacia atrás. Respiraba con dificultad y le picaba la piel, pero el esfuerzo total se sentía bien después de días en el interior.

"Todavía no habría sido lo suficientemente rápido". Jiraiya se sentó con las piernas cruzadas a su lado.

"Si lo se."

"Supongo que pararemos pronto", dijo Jiraiya después de un momento de agradable silencio. Habían ardido toda la noche y ya era de noche. "Ojalá te hayas agotado lo suficiente como para volver a dormir como una persona normal".

"Puedo dormir en cualquier lugar, en cualquier momento".

"No lo sé. Duerme en cualquier lugar y come lo que sea. Entonces, ¿cuál es nuestro próximo movimiento? Con eso quiero decir, algo que no implique tener una charla con Madara."

"Vayamos al pueblo al que fuimos antes, donde estaba ese informante". Naruto se estiró en el suelo y luego dejó escapar un resuello. "Ahh, me muero de hambre ."

Continuaron el resto del camino a un ritmo más lento. Aunque todavía no iban a la Aldea Oculta en sí, cruzar a la Tierra del Sonido siempre significaba una capa adicional de precaución.

Esta ciudad era una en la que se habían detenido un par de veces antes; fue desde allí que Jiraiya inicialmente había decidido llevarlos más al este a lo largo de la costa. Cada vez que iban allí, escondían su equipo de shinobi y usaban mantos raídos sobre su ropa para evitar sobresalir. No era exactamente un disfraz, pero no le dio a nadie una razón para molestarlos.

Nunca fue un problema porque la gente de allí tendía a mantenerse sola. Pero esa noche, el ambiente en la ciudad era completamente diferente.

Aún no era tarde, pero aun así, había mucha más gente en la calle de la que habían visto antes. Una luz cálida entraba a raudales por las puertas abiertas y las ventanas con rejillas, y había un bullicio de charlas y risas bonitas. Enormes linternas de papel con borlas colgando se alineaban en la calle principal. Serpentinas multicolores y luces de cadena se entrecruzaban en lo alto, creando un dosel centelleante. Los instrumentos de cuerda tocaban desde algún lugar más abajo de la calle, mezclándose con atractivos aromas.

"¿Que esta pasando?" Naruto se preguntó en voz alta mientras se deslizaban fácilmente entre las corrientes de personas.

"Consigamos algo de comida y observemos".

Fueron a un lugar de ollas calientes que habían visitado antes. Durante los primeros veinte minutos después de que fueron servidos, la principal preocupación de Naruto fue llevar la mayor cantidad posible de comida de la olla a su estómago.

Por fragmentos de conversación, parecía que la gente estaba celebrando el regreso de una familia noble de la antigua Tierra de los arrozales. Naruto no tenía muy claro cómo y por qué habían vuelto, y por qué era una razón para hacer una fiesta. Pero Jiraiya parecía serio y pasó más tiempo escuchando que comiendo.