Tu molesta sonrisa

Lo lamento

Luego de pasar ese hermoso momento en la cafetería, no se les ocurría que mas hacer es en el día, por lo cual decidieron regresar a los dormitorios lo mas pronto posible, para así dar por concluida la salida que acaban de tener, aunque hayan pasado cosas malas, ellos sentían que había sido una de las mejores salidas que pudieron haber tenido. Al llegar a la entrada de los dormitorios Midoriya decidió que lo mejor era despedirse ahí para que las personas no armaran un escándalo por verlos llegar juntos, lo que aún no sabían es que unas chicas habían estado siguiendolos durante, según ellas "la cita".

Izuku: B-bueno Yaoyorozu-san, creo que lo mejor es que tu entres primero y luego de un rato yo entraré- al decir esto miro a la azabache a los ojos, la cual estaba algo confundida por lo dicho por el pecoso.

Momo: ¿Por qué razón deberíamos hacer eso Midoriya-san?, no tiene nada de malo entrar juntos- la inocencia de Yaoyorozu a veces lo deslocaba bastante, pero él no era quien para hablar.

Izuku: Mmm, Yaoyorozu-san, yo creo que deberías entrar tu primero, ya que si nos ven entrar juntos ellos pensarán que estabamos en una cita, por lo cual sería incómodo responder todas esas respuestas.

Al momento de decir esto, la azabache lo entendió todo, ya que, ella estaba pensando que a el pecoso le daba vergüenza que lo vieran con ella, lo cual no podía estar mas alejado de la realidad, él simplemente quería ahorrarle las cosas a ella y que no pasaran por un momento incómodo, y mas cuando tienes compañeros como los son Sero, Mineta y Kaminari.

Momo: Entiendo Midoriya-san, te parece si quieres continuar con nuestra salida otro día?- ella dijo esto ya que tenía 2 intenciones, la primera era volver a salir con su primer amigo verdadero y la segunda era poder enterarse del pasado del peliverde, pero ella no contaba con que el pecoso se diera cuenta de sus intenciones rápidamente.

Izuku: Yaoyorozu-san, p-por supuesto que me encantaría seguir con esta salida otro día, a-aunque si quieres saber el por qué de la actitud de esas personas que nos encontramos, p-pues creo que estaría bien que hablaramos de eso mañana en... mi habitación, claro si tu quieres, no es que te esté diciendo que sea allá, per- antes de que continuara hablando, la azabache lo interrumpió, ya que el pecoso no iba a terminar de hablar nunca, o es lo que le parecía a ella.

Momo: Tranquilo Midoriya-san, aprecio que me quieras contar ese pequeño secreto, y creo que sería mejor que me contaras en mi habitación, la considero mas cómoda, ya que tengo una cama... bastante grande fue como la definieron las chicas.

Luego de haber pactado su futura conversación, Yaoyorozu decidió entrar primero, y al entrar se encontró con las chicas mirandola directamente, por lo cual la azabache se dio cuenta que ellas sabían de su salida con el pecoso, al intentar salir corriendo para evitar las preguntas fue agarrada por la lengua de Tsuyu y puesta a flotar por Uraraka para que así no pudiera escapar de el inminente cuestionario que le iban a hacer sobre su salida.

Al Yaoyorozu entrar, el peliverde se quedó pensando si era necesario el contarle su historia, pero lastimosamente se dio cuenta tarde de eso, ya que ya le había dicho que le contaría el día de mañana y él no era de las personas que se retractaban, por lo cual solo suspiro y luego de que hubieran pasado 5 minutos, decidio entrar, para así entrar directamente a su habitación para no ser molestado por nadie, ya que estaba mentalmente demasiado cansado para responder preguntas de cualquier tipo.

Al día siguiente se despertó bastante temprano ya que tenía que entrar el doble, el porque de esto de se debe a que no podría entrenar en la tarde ya que tiene un compromiso que atender con cierta azabache, lo cual no lo dejó dormir en paz toda la noche. Él pecoso aún tenía que prepararse mentalmente para intentar no llorar, ya que los recuerdos de su infancia son demasiado dolorosos para él, pero iba a hacer lo posible para no llorar y demostrar que lo había superado, aunque fuera todo mentira.