Capítulo 3

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Toni se alegró de que ninguna de sus compañeras había intentado seguirla. Ella había cruzado la calle al pequeño parque. Toni siempre vino aquí cuando necesitaba pensar. Y chico, ella tenía mucho en qué pensar.

Sabía que debía darle una oportunidad a Cheryl, pero eso era demasiado difícil. Cuando miraba a a la chica, veía la misma cara que había leído sus mensajes de texto privado delante de todo la cafetería. Eso es una razón para estar así con ella ¿Cierto?

Pero al mismo tiempo, la Cheryl que había aparecido de pie delante de su puerta parecía completamente otra persona. Las cuatro amigas sabían que algo iba mal pero no tenía idea de que era.

Toni gimió, se sentó en un banco del parque, llevando las manos vacía arriba para peinar su pelo. Levantó la cabeza pausando un momento para peinarse. Un puñado de margaritas a lo largo del camino captaron su atención. Era un milagro que siguiesen sobreviviendo, considerando cómo se había cerrado cuando llegó el invierno. Inmediatamente inspiró, Toni sacó su cuaderno de dibujo de la mochila y sujetó el lapicero en medio de sus dientes mientras buscaba una hoja limpia.

La razón por la cual Toni amaba dibujar era porque podía capturar la esencia de cualquier momento. Ella disfrutaba tomándose su tiempo para observar el sujeto que iba a dibujar, quería saber cada curva, cada sombra, cada parte luminosa, cada pequeña imperfección. Así era como como encontraba la belleza en las cosas.

Empezó con el tallo curvo de las margaritas, asegurándose que los puntos de luz provenientes del sol estuvieran rodeando las flores. Su lápiz de rasgo contra aquel papel grueso, trabajando a una velocidad impresionante. Su pelo colgaba delante de su cara y se tomó el labio inferior entre los dientes en forma de concentración.

Su mano se congeló cuando miró hacia arriba. Su vista de las flores había sido tapada por una figura. Toni instantáneamente reconoció su camisa.

—Cheryl, ¿Que estás-? -la voz de Toni se apagó cuando Cheryl se dio la vuelta agarrando un ramo de flores. Las flores que Toni estaba dibujando ahora estaban recogidas en la mano de Cheryl. La chica más alta parecía más satisfecha de si misma y alzó las flores para que Toni las viese.

—Las encontré. -Cheryl sonrió ampliamente, caminando hacia Toni y prácticamente llevándole las flores a la cara. Toni espero empujando las manos de Cheryl fuera de su cara, lo que causó que las flores cayeran al suelo.

—Ouch. -Cheryl murmuró agachándose y recogiendo cada flor una a una, levantándolas al sol como si estuviese bien. Toni cruzó los brazos y se colocó delante de la chica.

—¿Por que elegiste esas? -Toni resopló cerrando el cuaderno de dibujo y llevándolo de nuevo a su mochila. Cheryl se puso de pie y se llevo las flores al pecho, abrazándolas.

—Eran bonitas. -dijo mirando las margaritas y riéndose.

—Si, ¿Sabes que? -Toni preguntó sin esperar ninguna respuesta —Las has matado. -la chica de pelo rosa señaló el trozo de césped en el cual habían estado las flores.

—¿Que? -Cheryl murmuró —Oh. -murmuró de nuevo sacudiendo su cabeza.

—Algunas veces necesitas mirar las cosas bonitas desde lejos. -Toni suspiró. Como si no estuviese ya frustrada, esto hacia las cosas peor.

Cheryl levando la mirada del césped y miró los ojos de Toni por un momento.

—¿Como tú? -Cheryl pregunto inclinando la cabeza como un cachorro lo confuso.

Toni simplemente rodó los ojos.

—Adiós, Cheryl. -murmuró. Agarró su mochila y alejándose sin que la chica pudiese responder. Cheryl miró a Toni alejarse hasta que la chica no era más que un punto en la distancia.

Yellow - Choni Donde viven las historias. Descúbrelo ahora