MARIPOSAS

CAPITULO 8: DIBUJOS

Narra Ana:
Hemos llegado a casa de Carlota, ya estaba más animada, hemos comido genial, Carlota en la cocina es una genia. Ahora ambas niñas juegan en la habitación de la pequeña Lucia, mientras yo reviso mi móvil.
-Míra Ana, mañana tenemos una reunión con el profesor, lo acaban de comunicar por él grupos de mamis.
-Ah si, me lo han dicho esta mañana, de camino a casa. No voy a poder ir, tengo que ir a ver a mis padres, ya quede en ir a verlos.
-No te preocupes, yo voy, yo te cuento luego.
-Mil gracias-la abrazo y me levanto-por cierto, recojo a Lucia mañana después  de la cena ya sabes. Te quiero-ella asiente cabizbaja y sonríe.
Voy hacia el cuarto de las niñas y ambas estás viendo algo en sus hojas.
-Hola chicas ¿Que veis?-me miran y yo me arrodillo para quedar a sus alturas.
-Los dibujos que hicimos en clase, mira-me muestra Lucia su folio, donde se muestra a dos personitas dibujadas a su manera y ella agarrada a ambos-sonrió y beso su frente.
-Es precioso, me gusta como dibujas Lu-ella sonríe y miro a mi pequeña, quien me muestra su dibujo-A ver el tuyo Martina.
-Somos tú y yo mami.
Sonrió y la abrazo, me da mucha pena que mi pequeña esté creciendo sin un padre, crece sin su amor, crece sin saber si lo va a conocer, es tan duro.

Una vez ya estamos en casa, Martina se ha dedicado a hacer más dibujos para su profesor, dice que le ha caído muy bien, me gusta que cojo cariño con su profesor.
-Mami, tengo hambre-se levanta mi hija del sofá y se acerca a mi.
-Está bien, te traigo ahora unas galletas con un zumito ¿quieres?-ella asiente y vuelve a concentrarse en su dibujo.

La mitad de la tarde transcurrió con normalidad, pero Martina empezó a encontrarse con malestar, así que cenó algo ligero pero lo vomitó todo, seguro estaba conociendo un resfriado. Pobre mi pequeña.
-Mami, me duele mucho la tripa-se quejia mi niña.
-Ya princesa-depósito mi mano en su frente, está muy caliente, seguro tiene fiebre-tienes fiebre Martina.
-Quiero dormir contigo porfis mami.
-Está bien, vamos, te voy a acompañar a meterte en la cama y yo después voy ¿si?-mi preciosa asiente y yo la acompaño a mi habitación. Cuando la dejo cae en un profundo sueño, así que la dejo descansar mientras yo termino de recoger los restos que hemos ensuciado en la cena y recojo mi ordenador y los dibujos que ha hecho Martina los coloco y los dejo en su habitación.
Vuelvo a la habitación, y mi niña sigue durmiendo plácidamente, sonrió al verla, beso su moflete y ella sonríe.
-Eres lo más bonito que tengo.