𝐅𝐎𝐑𝐊𝐒, 𝐓𝐖𝐈𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓

chapter two

chapter two: Beth se luce en educación física y Bella cree oler mal
or distinto edificio, mismo infierno, y gente demasiado pálida.

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EL SOL DERRITIÓ EL HIELO que había caído sobre el patio delantero de los Swan. En la tercera habitación a la derecha, Elizabeth comenzaba a abrir los ojos con pereza.

-¡Primer día de instituto!-Dijo Charlie emocionado.

La rubia sonrió aún mirando el techo, Phoenix podría haberla visto hacerse una mujer, pero Forks siempre sería su primer amor.

-¡Beth espero que estés levantada!-Advirtió su padre desde el piso de abajo.

-¡Me estoy cambiando!-

Sacó los pies de la cama y fingió caminar por el suelo, un nuevo instituto implicaba muchas cosas, y Elizabeth no sabía si podría soportar todas ellas, encima en Forks no había Starbucks.

-Diez minutos y me voy-Dijo Bella justo detrás de la puerta blanca de la habitación de su melliza.

Beth puso el motor en marcha, cogió un peto vaquero que parecía presentable, y su viejo jersey color mostaza.

-Ahí voy mundo.-Dijo la rubia tomando una chaqueta de pana marrón del perchero.

-¿Descalza?-

La menor de las mellizas frenó su marcha antes de retroceder sobre sus pasos.

-Y sin mochila.-Añadió Bella terminando su café.

-Bueno, el primer día siempre es emocionante, tanto que se me nubla el cerebro, y mi pequeña y amistosa neurona olvida todos los pasos que hay que llevar acabo.-

-Pues dile a tu neurona que como no salgáis ya, llegaréis tarde.-Dijo Charlie mirando su reloj de pulsera.

Bella, dentro de su pánico de melliza mayor y responsable, corrió escaleras arriba con miedo mientras buscaba su mochila.

Beth sonrío y tomando su bolsa de tela del perchero se puso las convers que su madre le había regalado hace un par de años.

-¿Café?-Preguntó Charlie a la menor.

-Si insistes.-

-¡No hay tiempo!-Dijo Bella tirando de su hermana hacia la camioneta.

Beth se lamentó de muchas cosas aquella mañana, como de no llevar doble capa de ropa, o de haberse planteado la vida durante media mañana.

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El instituto era triste, Elizabeth arrugó la nariz con desagrado, ¿era por el tiempo nublado o esos ladrillos rojos le parecían horribles?

-¿Puedo pedirte una cosa?-Preguntó Bella mordiendo sus labios.

-No deberías morderte los labios, te regalé un cacao para algo Isabella.-

-Beth.-Pidió la mayor nerviosa.

-Oye, no me separaré de ti, tranquila.-