Capítulo 7

8K 590 175
                                    

Fui a casa el viernes por la noche. El celo de Emmett había terminado por la mañana, sin embargo, los rezagos lo dominaron hasta la tarde. Los alfas y omegas con compañero tendían a experimentar una necesidad de cercanía, un apego post acoplamiento. No se daba en todos los casos, solo en quienes tenían un fuerte lazo emocional con su compañero. Y pese a que Emmett dijo que estaría bien solo, que podía regresar si así quería, lo supe mejor, él no lo haría.

Había descubierto, a lo largo de estos días, donde su alfa estaba en la superficie, que era un lobo caprichoso y mimado, que deseaba atención de manera casi constante. Pero descubrí también, que me daba satisfacción, me gustaba, concederle todos sus caprichos y demandas.

Entonces, si, iba a permanecer con él hasta el final.

Pasamos mayor parte del día acostados, a veces hablamos, otras veces no dijimos nada. Nos besamos, mucho. Dormimos breves siestas. Prendimos la televisión en algún momento, y pusimos algunos capítulos de una serie que teníamos pendiente acabar, pero no presté mucha atención a eso, el alfa a mi lado captaba todos mis sentidos, mi atención, como la primera vez que lo vi.

Cuando volví a casa, el sol estaba descendiendo por el horizonte. El auto de papá se hallaba estacionado, fuera del garaje, de modo que no me sorprendió encontrarlo en la cocina, cuando crucé la puerta. Había hablado con Emmett antes, él quería presentarse de alguna manera y tomar responsabilidad por haberme tenido estos días, le dije que debía hacer esto solo, de momento.

Porque a mi madre no le agradaban los no-betas, y tal vez no sería amable con Emmett si estuviera aquí, y yo no lo expondría a eso.

Pero para mí alivio, solo eran papá y Dylan, su pareja, en la cocina. Ambos tenían una taza de té en sus manos, hablaron hasta que me oyeron entrar.

—Riley. —Dijo papá, se puso de pie y fue el primero en acercarse a mí.

Mi padre era un beta que a simple vista no destacaba en nada, como ninguno de nosotros lo hace realmente. Su atractivo era simple, y eso se sentía bien, a diferencia de los no-betas él se sentía tangible, alcanzable, el tipo de proximidad que solo se puede experimentar entre los tuyos, mi corazón se contrajo ante este último pensamiento. Con Emmett me sentía cómodo, con su familia en general, pero no podía negar que una parte de mí, una que estaba oculta bajo la superficie, sabía que no encajaba allí, era un sentimiento sutil pero persistente.

— ¿Te encuentras bien? —Preguntó papá y solo atiné a asentir.

Dylan llegó a nosotros. Él era un omega varón, adulto, que no portaba marca, razón por la cual a veces su olor resultaba invasivo, tomé suaves inhalaciones intentando que un aroma ajeno al de Emmett no me afectara, estaba haciendo un pésimo trabajo en eso. Retrocedí ante el impulso de alejarme de Dylan.

Dylan me examinó, de pies a cabeza, entonces ladeó su hermosa cabeza, su cabello sedoso y castaño, perfectamente ondulado se deslizó a un lado, su nariz flameó captando las feromonas de Emmett. — Lo ha marcado con su olor. —Dijo con su voz melodiosa.

Papá se volvió a él y luego a mí, mis mejillas se sonrojaron.

— ¿Qué? —Dijo o preguntó, no estaba seguro.

— Ha sido reclamado, por eso le afecta mis feromonas, y ciertamente lo hará las de cualquier otro.

Mis ojos fueron a papá. Y él endureció su postura. — ¿Te pidió permiso? ¿Le has dejado?

Mi cabeza daba vueltas. —Si. —Dije, anteriormente Emmett ya me marcaba, pero no era algo intrusivo, solo unos toques, puntos de olor, pero ahora incluso yo podía oler su aroma en mí, y eso debía ser algo.

Eres Mi Beta; OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora