Capítulo 3

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Después del parto James pasó unos días en el edificio, tuvo muchas visitas durante su corta estancia, todos ya se habían puesto el título de tíos.

Sam que seguía siendo el más cercano podía ver amargura en James, aunque él no lo dijera una persona hacía falta en el cuadro y eso le dolía.

Una noche después de que ambos bañaron al pequeño Ben, Sam se decidió a hablar con él, no le gustaba verlo así de herido.

—James, no has pensado en decirle que ya nació su hijo
—¿para qué? Estamos bien los dos solos
—no lo digo por Ben, lo digo por ti, se te nota como te mueres por que este aqui.
—ya te he dicho que no quiero que se sienta obligado
—pero si piensas decirle algún día ¿no?
—si, tiene derecho a conocer a su hijo, y Ben va querer conocerlo, pero aun no me siento listo, aun lo amo y no quiero que nos lastime.

Una pequeña pausa dio por zanjado el tema.
—de acuerdo, solo quiero verte bien amigo...

Todo el ser de Bucky le gritaba que lo necesitaba, que lo buscara y le contara todo, pero él se había jurado no buscarlo, si el destino los quería juntos entonces así sería. 

Todo era un constante conflicto para su mente, se llegó a despreciar diciendose que era un orgulloso que había echado todo a perder, pero luego se consolaba diciendose que cuanto valdria tenerlo a su lado si no lo amaba.

Ya se estaba cansando de extrañarlo.

Decidió dejar todo, no para siempre, solo el tiempo suficiente como para algún día poder encontrarlo y no terminar rogando su compañía o recriminándole su abandono.

Le tomó la palabra a Shuri y se fue a vivir a Wakanda con ella, después de todo amaba ese país y tenía las puertas abiertas.

La lejanía no fue definitiva, visitaba ocasionalmente a sus amigos, mayormente cuando era el cumpleaños de alguien y organizaban una fiesta, además de que Sam le hacía visitas que duraban varias semanas.

Pasaron dos años para que regresara a Nueva York, por una temporada se quedó con Tony y Steve, mientras preparaba su departamento para Ben, además de que todos amaban ver a los dos bebés juntos.

Bucky regresó a su casa de Brooklyn una vez que su departamento de soltero se convirtió en una casa familiar, cambió muchos de sus muebles y las alfombras, decoro el cuarto de Ben con tema de aviones, y mandó a poner una tina. Poco a poco fueron creando un hogar.

Las cosas iban viento en popa, incluso consiguió trabajar desde casa editando por comisión.

Ben ya hablaba y se la pasaba corriendo por toda la casa.

Usualmente Sam estaba en la casa argumentando que no podía trabajar y cuidarlo solo al mismo tiempo, ambos sabían que era una mentira pero no importaba, el tío favorito no podía vivir sin su sobrino.

—papá, caggame—ambos se voltearon a ver igual de horrorizados ante las palabras de Ben al ver llegar a Sam.

James lo tomó en brazos y ambos caminaron para sentarse en el sillón.
—Cariño, Sam no es tu papá—le acariciaba el rostro tratando de que estuviera calmado
—dode eta mi papá —su rostro se estaba poniendo rojo.
—tu papá... esta salvando personas, es un superheroe como tus tíos
—vela como lo avines
—si, casi como los aviones, un dia te prometo que podrán volar juntos
—manana, mami que sea manana
—no se puede Ben— hablo Sam al ver que James ya no podía ni respirar — eres muy pequeño y te podrías herir, cuando seas grande y fuerte como tu mamá.

Ben comenzó a saltar en las piernas de James y este le hizo cosquillas,había ganado la batalla, pero todavía no la guerra.

Esta solo fue el comienzo de las preguntas de Ben cada una más incomoda que la otra, Ben era un niño muy listo, había días en que el súper soldado se veía totalmente superado, cuando el pequeño lo asaltaba con preguntas, solo en esos momentos se lamentaba de que su padre no estuviera ahí.

Si regresa es tuyo... [WinterSpider]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora