No me dejen con el

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Apenas había dormido. Recordaba lo qué pasó anoche y me hace darme cuenta que "tengo los peores amigos". Logré levantarme tarde ya que era fin de semana y aprovechamos el lindo día ara ir de compras junto con mi mamá. No estaba emocionada por ir, pero no tenía muchas opciones después de todo.

—Puedes elegir este—. Se acercó a mi con un vestido amarillo en sus manos. Delicado y sencillo, sin mangas y ligero. No era una mala opción pero me negué a tomarlo.

Mi madre se alejó de nuevo con el vestido y volvió con otra prenda en manos.

—¿Qué tal este?—. Ahora me mostraba la misma versión del vestido en color rosa. No

Y así continuamos. Mi madre luchando para que yo tomara el vestido y mi respuesta siendo No. Ella no lucia feliz pero tampoco era mi culpa que aquella tienda simplemente no me gustaba. Ese es mi día. Horas en una tienda y terminas con las manos vacías.

Saliendo con dos bolsas, el sonido de mi teléfono empezó a molestarme.

—¿Quieres venir a mi casa?—. Preguntó Ana después de nuestro típico saludo por el teléfono. Acepté, por qué no?.

—Llegó en 20 minutos—.

Logré salir de mi casa lo más rápido que pude con el primer vestido que vino a mi cabeza. Ahora, me encontraba con los famosos Ana, Emma y Justin. La madre de Ana nos ofreció algo de tomar y ahora estábamos todos conversando sentados en el suelo. Aquella tarde debería ser una tranquila de amigos. Justin nos mencionó su nuevo crush y nos mantenía atentos al chisme.

—¿A donde iremos este fin de semana?—. Justin mencionó la gran pregunta de siempre. Desde que éramos pequeños nos encantaba salir de fin de semana y perdernos en un lugar desconocido.

*Flashback*
—Loren!. Despierta—. Justin me sacudía con desesperación obligándome a abrir los ojos.

—¿Qué quieres?—. Sonaba ronca y no con un tono amable pero mi amigo acababa de interrumpir mi sueño. Me senté en mis codos y el sonido del agua de la playa junto con la brisa me mantenía en un lugar feliz .

—Ustedes están en problemas. Sus padres los están buscando desde el viernes—. Un hombre se acercó a nosotros y logré diferenciarlo por el uniforme de policía. Mis ojos voltearon a los de Justin, quien pedía ayuda con la mirada.

—No es problema, oficial. Solo somos jóvenes de quince años buscando diversión en un fin de semana—. Sonreí y traté de ocultar la botella de cerveza que estaba a mi lado.

*End of Flashback*

—Podemos ir a un bar y emborracharnos—. Dijo Ana.

—Te recuerdo que en la fiesta de Justin amanecí en ropa interior en tu casa quien sabe porqué—. Respondí recordando la mala idea de una bebida.

—Podemos ir a la casa de campo de mis padres—. Levantó Emma la voz y nuestros estaban sobre ella para escuchar más de la idea. ¿Dónde estuviste todo este tiempo?.

La respuesta es simple.

No pudimos esperar más. Salí de la casa de Ana para poder empacar lo que iba a llevar. Los demás ya estaban enterados del viaje y la emoción no se salía de nuestro rostro por el paseo. Tomé mi ropa interior, shorts y unas camisas para llevar. Algo para comer y esperaba a el taxi mientras comía mi sándwich de aguacate. En la parada de los buses, esperaba por los demás y envié un mensaje a mi mamá para que supiera que no estaría en casa por los próximos días . La sonrisa de Kevin se notaba a metros. Se acercó con una maleta roja y llevaba una chaqueta negra que debo decir llamaba mi atención.

—Hola hermosa—. Se acercó a saludar pero mi respuesta no terminó siendo amigable.

—Policía!—. Bromeé

—No te cansas de mí—. Sonrió y esperamos hasta que Ana y Lauren aparecieron. Nuestra emoción se notaba claramente y mientras esperábamos por los demás, contábamos historias entre nosotros. Una vez y estábamos todos listos, pagamos para el bus y subimos. El camino duró 2 horas. Las calles cambiaron a tierra y lo único a nuestro lado eran árboles y el aroma a frutas. Durante el camino, Kevin no paraba de molestarme con sus manos invadiendo mi espacio. Me defendía con mis zapatos y unas palizas. Una vez estábamos en frente de la casa mis ojos se distraían. La forma de madera llamaba mucho mi atención y los árboles alrededor la hacían lucir acogedor. Una hermosa vista alejada de la ciudad. Desempacamos y logramos entrar para ver el estilo viejo pero cómodo de decoración que había dentro de la casa.

—Hermoso lugar—. Comentó Ana mientras entrábamos a nuestras habitaciones. Tiene la razón.

Después de unas horas para acomodarnos, Emma quería que exploremos más el lugar y nos invitó a caminar. Mis ánimos no estaban para ello y necesitaba dormir así que mi invitación fue rechazada.

—¿Por qué tienes que ser así Loren?. Entonces, quédate—. Dijo Ana molesta.  —Eso haré—.

—No es bueno que te quedes sola—.Dijo Emma.

—Si, es verdad, y si te pasa algo?—. Dijo Ana.

—Yo me quedare a cuidarla—. Dijo Kevin.

—No no lo dejen, llévenselo—. Dije

—Awww amor gracias— Dijo Ana dándole un beso

—Siempre preciosa—. Dijo Kevin.

—Que no lo dejen!!—. Dije a gritos.

—Si, si se quedara—. Dijo Justin
Nooooooo

El novio de mi mejor amiga Donde viven las historias. Descúbrelo ahora