El novio de mi mejor amiga

Una noche a su lado

Ahora mismo me encontraba entre la espada y la pared. Acaso mis supuestos hermanos de otras madres acaban de perder la mente?. Estaba super enojada con lo que me hicieron mis amigos. ¿Cómo se les ocurre dejarme sola con Kevin?. Por lo que parecía, no podría salir de esta situación, lo único que me quedaba era rendirme y terminar esta terrible noche a el lado de el modelo cascanueces de Kevin, sí, como en esas películas de Barbie donde el príncipe es simplemente encantador pero en esta situación, sin cabeza.

Despúes de una pequeña competencia de miradas en el sofá, me levanté para prepararse a dormir. En este momento, era lo mejor que podía hacer para evitar cualquier contacto con Kevin. Preferí no despedirme y simplemente levantarme y caminar hasta las escaleras, esperando que no me encontrara.

Justo antes de que mis zapatos tocaran el primer escalón, la voz que reconocía a cualquier que iba interrumpió mi intento de escape.

—¿No vas a pasar tiempo conmigo?–. Retiro todo lo bueno que había dicho antes, este chico era insoportable en maneras que no se puede describir.

—Disculpa?––. Respondi. No veo ninguna razón para quedarme con Kevin.

—Prefiero irme a dormir, estoy cansada—. Quería asegurarme de tener una buena excusa para que me dejara ir pero esa idea no parecía estar en su agenda.

**

Kevin:

Si tengo que ser realista y honesto, tengo que decir que estaba felíz porque Ana me dejó a solas con Loren. Me daba un momento para ser oportunista y ya podía imaginar muchas maneras de tener momentos inolvidables con ella.

Lo sé, suena un poco "creepy" en muchas maneras pero tienen que entenderme. En aquel preciso momento que el libro más pesado que había visto en mi vida golpeo mi cabeza, supe que eramos el uno para el otro. Su fuerza para lanzar tal objeto, su molesta voz cuando se enteró que mis ojos estaban fijados en su ropa interior y especialmente su belleza exterior.

Ana me había advertido que su amiga era un poco "peculiar" pero no esperaba lo que me iba a encontrar en aquella fiesta. Lo que me llamaba la atención en Ana era su tierna personalidad y como se preocupaba por otros. Claro, su cuerpo también era algo irresistible y me refiero a eso en muchas maneras...Me gustaba, mucho pero cuando estaba con Loren, todo era simplemente diferente.

Si no me entiendes, lo siento por tí pero yo entiendo mis sentimientos, creo.

Apenas salí de mi trance, note como Loren intentaba seguir su camino por las escaleras. Mi única reacción fué acercarme y tomar su mano para detenerla. El simple hecho de tenerla tan cerca causaba que mi cuerpo se derritiera en segundos, ella era simplemente todo lo que necesitaba ahora mismo aunque ella no lo supiera.

Mi mirada se cambió en segundos de preocupado de que se fuera a sorprendido por su reacción. Loren logró soltarse de mi agarre y antes de que pudiera moverme ya estaba corriendo hacia el segundo piso como si su vida dependiera de ello.

No pude evitar la sonrisa que crecía en mis labios mientras la veía y mi mente solo podía pensar en una sola cosa.

"Síguela", y eso hice.

Como todo un niño que soy en algunas ocasiones, corrí detrás de ella con todo lo que podía aunque ya ella llevaba una gran ventaja. En cuanto suíi el último escalón, volteé hasta donde la vi por última vez y la seguí por el pasillo principal.

—Espera!—. Intentaba detenerla sabiendo que sería imposible que me obedeciera y así pasó. Ni siquiera volteó para ver qué tan cerca estaba de ella, siguió corriendo y corriendo entre risas.