Capitulo 4 Completo

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Nunca me considere un chico simpático. Ni tierno. Ni dulce. En resumen, nunca me considere alguien que las larchas quieran. No necesito tener mis recuerdos de antes del Laberinto como para saber que nunca me interesaron esas cosas y que los larchos románticos siempre me parecieron algo patéticos. Nunca entendí porqué les gusta decir todas esas cosas dulces.  Si la larcha sabe que la quieres, ¿Porqué repetírselo cada cinco minutos? Es estúpido. Y desde que comencé a ver las cosas que Thomas le dice a Brenda pienso más y más en esto. “Eres lo más hermoso que mis ojos vieron alguna vez” típicas frases de Thomas. Da pena.

-¡Minho, concéntrate!- me gritó Harriet de repente, quitándome de mis pensamientos. Sacudí la cabeza para alejar todo lo que estaba pasando por mi mente y concentrarme en lo que sucedía a mí alrededor.

-Sí, tienes razón. Lo siento. – le contesté mientras seguía levantando las bolsas de tela del piso. Nos encontrábamos en el Campo, haciendo lo que usualmente hacíamos Harriet, yo y otros Munis más con los que raramente había hablado.  Sinceramente no acostumbraba a hablar con muchos larchos o larchas. Más bien me quedaba callado y hacia las cosas. Las únicas personas con las que hablaba eran los pocos larchos que quedaban del Área, Brenda, Jorge, algunas chicas del Grupo B y las costureras de la Fábrica, en especial con Lyd.  No sé porqué me cuesta tanto relacionarme… quizá sea por todo lo que pasé… Ya sé que todos los que viven aquí (menos Brenda y Jorge) pasaron por lo mismo que yo, fueron al Laberinto y todo eso… pero creo que en algún punto fui uno de los más afectados psicológicamente, junto con Thomas, Harriet y Sonia. Pienso que el hecho de haber sido los líderes de nuestros Grupos y todo eso nos hizo más daño que a los demás. Aunque obviamente no estoy del todo seguro, creo que gran parte de mis problemas para sociabilizar se deben a eso… ya era bastante reservado en el Área y quizá antes de llegar a ella, pero estoy seguro que después de las otras pruebas que C.R.U.E.L nos hizo pasar eso empeoró aún más.

-No sé qué te sucede últimamente… - me confesó mi amiga frunciendo el entrecejo- Desde hace dos semanas que estás así…- la chica se tomó una pausa- Desde el… “accidente” con Brenda estás muy extraño… - Harriet dijo la última frase con un tono extraño, incluso acusador. Sabía que no estaba nada contenta con lo sucedido con Brenda… ya había pasado bastante tiempo y aún así la miraba con furia cuando esta aparecía. Todavía no estaba seguro de a qué se debía la actitud, pero tenía algunas sospechas, que, aunque esperaba que fueran erróneas, parecían bastante acertadas.

-¿Si?- le pregunté con indiferencia, intentando sonar tranquilo y casual.

Ella asintió.

-Sí. Te encuentras distraído y más hostil que de costumbre.

Reí ante la última frase.

-Harriet, sin hostilidad no sería yo mismo.

Esta vez fue ella quién rió.

-Lo sé… - respondió simplemente mientras apartaba su mirada de mí y seguía haciendo su trabajo sin más palabras.

Yo la imité y seguí cargando bolsas en la carretilla, ansioso por terminar e ir al Acantilado. Últimamente iba allí con más frecuencia. Todavía me costaba aceptar que Newt estuviera muerto, por lo que siempre me encontraba a mi mismo en ese lugar recordando nuestras aventuras en el Área. El Área. Me sorprendía darme cuenta de cuánto había pasado desde que vi ese lugar por última vez… Era extraño pensar que antes de ello yo había tenido una vida. No una familia, porqué seguramente cuando me uní a C.R.U.E.L ya estaban todos idos por la Llamarada. O quizá no. Quizá C.R.U.E.L me había quitado de mi familia a la fuerza… eso nunca podría saberlo. Quizá yo estaba de acuerdo con C.R.U.E.L. Era terrible pensar en eso… “C.R.U.E.L  es bueno.” Por alguna razón, las palabras de Teresa volvieron a mi mente.  Quizá sí lo era. Quiero decir, sus intensiones eran buenas, pero no la asociación en sí... ¿Acaso las intensiones justificaban los medios? Las cosas que hacían eran delirantes y perversas. ¿Encerrar a cincuenta jóvenes en un Laberinto con criaturas mutantes y terroríficas para ver cómo se comporta su cerebro? ¡Si, genial idea, aunque debes recordar que la mitad seguramente muere de miedo el primer día! Pero si lo piensas bien, lo hacían por una buena razón… “Minho, esas personas son las causantes de la mitad de tus pesadillas nocturnas y de tu hostilidad y de la muerte de gran parte de tus amigos y ¿Tú te estás planteando si son buenos o malos?” me dije a mi mismo de repente. “Claro que son malos, garlopo. No tenían ningún derecho a matar a todos esos niños; no importa porqué lo hicieron, lo que importa es que los mataron.”

Fanfic de Minho y Brenda (The Maze Runner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora