Capitulo 7

816 49 8
                                    

Este capítulo es más corto de lo normal. Pero me pareció una buena introducción para el Capitulo 8. 

                  7

-Minho.

La voz de Brenda me sobresaltó.

Hace más de un mes que no la veía.

Luego de lo que había pasado ese lejano día entre nosotros, mi amiga había decidido cambiar de trabajo en la Aldea para no verme tan seguido. Claro que era imposible no verla nunca, ya que era la novia de mi mejor (y casi único) amigo y la Aldea era un lugar tan pequeño que siempre me la encontraba… Pero por lo menos no tanto como antes.

A parte, ya comenzaba a olvidarme de ella. Harriet ya no era solo mi amiga y eso ayudaba. Tampoco era mi novia, eso era demasiado… pero se podría decir que estábamos saliendo. Brenda ya no estaba todo el día metida en mis pensamientos… ahora, gran parte del día pensaba en Harriet. Creía que ya no quería más a Brenda, que ya la había olvidado. Creí eso hasta que la escuché pronunciar mi nombre con tanta dulzura.

Me di la vuelta y allí estaba ella: su cabello marrón brillaba por la luz del sol y sus ojos oscuros (que estabam húmedos, como si hubiera estado llorando) me observaban con mucha atención. Había desesperación en su voz.

Me quedé mirándola por unos minutos, sin saber que responder.

Estábamos en el acantilado. Eran aproximadamente las seis de la tarde y por eso ya no había necesidad de trabajar.

-Brenda. –contesté como una montaña de plopus.

-Tengo que hablar contigo. –siguió diciendo.

-Bueno, pues es lo que estás haciendo, garlopa. –le respondí con ironía.

La chica revoleó los ojos con irritación.

-No estoy de humor, shank. Acompáñame al bosque.

Su tono de voz indicaba que no dudaría en pegarme si no obedecía, así que lo hice.

El bosque estaba a unas manzanas del Acantilado. Nunca iba allí más que para recolectar frutas algunos días, así que no conocía muy bien el lugar.

Cuando llegamos a la entrada, Brenda me guió entre sus profundidades. Todo se volvía un poco más oscuro a medida que nos metíamos más y más adentro.

Llegamos a un claro que estaba junto a un pequeño arroyo serpenteante. Brenda me hizo una seña para que me sentara frente a ella en el suelo. Me acomodé rápidamente, deseoso de saber qué pasaba.

-¿Qué sucede, larcha? ¿De qué quieres hablar? ¿De tu novio Thomasito? –le pregunté a mi amiga con un poco de celos. No sé porqué le hablé de esa forma… Se suponía que ya no quería a Brenda y que no me importaba lo que pasara entre ella y Thomas. Ahora yo debía estar enamorado de Harriet. Pero mi corazón no estaba de acuerdo.

Brenda me dirigió una mirada de odio. Me hacía sentir mal que me mirara así.

-Ese es el problema exactamente. –Contestó.- Thomasito no es mi novio. Ya no más.

Me quedé estupefacto. ¿Cómo que Thomas y Brenda no estaban más juntos?

-¿Eh? No entiendo, garlopa… -respondí -¿Qué está sucediendo? ¿Thomas y ti discutieron?

Brenda hizo una mueca y apretó los ojos con fuerza, como si tratara de no largarse a llorar. El mismo instinto protector que se había apoderado de mí hace un mes volvió a hacer efecto. Sin dudarlo, sin siquiera pensar en Harriet, me acerqué a Brenda y la estreché entre mis brazos. Una voz en mi interior me decía que no me arriesgara a que esto se fuera de mis manos como la vez anterior. Pero la ignoré, porque era Brenda y merecía mi atención más que nadie. 

-Thomas… Thomas se enteró, Minho… Alguien le dijo. –contestó con las lágrimas inundando su rostro. Su voz sonaba entrecortada. –Y él le creyó… Y me odia… Nos odia. Le confesé que era cierto, pero que había sido un accidente y comenzó a gritarme y a decirme que Teresa nunca le hubiera hecho esto.

Brenda lloró con fuerza y sus lágrimas cayeron en mi ropa, pero no me molestaba. ¿Thomas se había atrevido a comparar a la idiota de Teresa con Brenda?

-Y… y yo le contesté que Teresa lo había traicionado, que había besado a Aris. Pero el no quiso escuchar y dijo que ella lo había hecho por él, para salvarlo. Y que yo lo había hecho por mí. Dijo que soy egoísta. Pero lo peor, fue lo último.

Brenda siguió llorando y lamentándose.

-¿Qué te dijo, Brenda? –le susurré al oído con cariño.

-Me dijo que no soy ella y nunca lo seré. –me contestó. –Es lo mismo que me dijo en el Desierto hace tres años. Y duele más que un cuchillo. 

--- 

Fanfic de Minho y Brenda (The Maze Runner)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora