Capítulo 4: ¡Será mejor correr!

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El mejor beso de mi vida. Lástima que está felicidad no durará mucho tiempo...

Nuestro momento fue interrumpido por Vladimir.

   Vladimir: ¡Oye, Elías! —me tomó del hombro. —Ya veo que tomaste una decisión, pero los francotiradores dispersos en los puntos de emergencia no lo saben... Y ya es hora de que tu princesita esté como la bella durmiente —exclamó angustiado sabiendo lo que pasaría.

   Megan: ¿Quién es él? ¿De qué está hablando? —preguntó nerviosa.

   Vladimir: ¡Pues si no salen ahora mismo de este sitio no podrás saber quién soy ni a que me refiero! —apresuró a decir.

   Elías: ¡Vamos!.

Sin dejar que Megan siguiera haciendo preguntas, la tomé del brazo y salimos corriendo para llegar a mi auto fuera de la casa y Vladimir decidió ir por otro lado... Solo éramos Megan y yo.

Cuando empezamos a correr comenzó la lluvia de balas que iban dirigidas a la hermosa chica de vestido azul, y si hay algo más difícil que asesinar a una persona, es defenderla de que sea asesinada.

Las balas empezaron a destruir las luces dejando todo a oscuras y la luz de la luna era lo único que nos apoyaba en ese instante. Los invitados empezaron a gritar y a esconder sus cabezas bajo las mesas mientras que Megan y yo salíamos corriendo al estacionamiento de la casa donde se encontraba mi auto.

—¡Entra! —dije angustiado.

—¿Por qué nos disparaban? ¿Qué está pasando?.

—Por favor Megan, ¡Ent... —no pude seguir pues una de las balas golpeó un auto en el punto exacto para hacerlo estallar.

—¡Oh por Dios! —gritó la chica.

—Entra al auto ¡Rápido! —grité.

Puede ser hermosa pero la verdad... Estoy muy molesto y lo que menos quiero es responder preguntas ahora mismo.

Cuando por fin entramos al auto empecé a conducir, y está sí que sería una tarea difícil; pese a ser muy bueno asesinando, defendiendo a alguien... Soy un asco... ¡Pero por ella, sería el mejor guardaespaldas de todos!.

El refugio más cercano está a más de 11 kilómetros de dónde estamos. Debo ser rápido y refugiarnos mientras la U.N.A se calma.

Los autos que las agencia disparar por la zona para lograr que la misión se lleve a cabo cuando todo se sale de control, justo como ahora, se entrometen en mi camino. Los malditos son un fastidio, supongo que la agencia es capaz de lo que sea por complacer a sus clientes.

—¡Oye! ¿¡Qué está pasando!? ¿Porque nos persiguen esos autos? ¿Y por qué nos dispararon en la fiesta? —preguntó muy angustiada.

—¡Escucha! Esas personas solo quieren matarte, así que necesito que me ayudes y hagas silencio por un momento —dije mientras trataba de esquivar las embestidas de los autos.

Megan se calló, algo que la verdad me tranquilizó, ahora solo debo preocuparme por que lleguemos danos y salvos.

Después de conducir un rato, pensé que los habíamos perdido, pero nos esperaban con una barricada de autos al final de la carretera... Así que tuve que actuar rápido.

—¡Pronto! ¡Ponte el cinturón! —grité.

— ¡De acuerdo!.

Estamos justo al lado de los rieles del metro de la ciudad y está a punto de pasar, es ahora o nunca... Saltaré... ¡Ahora!.

El metro casi nos golpea, pero logramos pasar al otro lado. Tendré que encontrar un atajo.

**********

No fue nada fácil, pero después de un rato logramos llegar al refugio. Las cosas estaban calmadas y ya dentro de la casa capacitada como refugio estábamos a salvo.

—Adelante... Necesitas cambiarte de ropa, al igual que yo —suspiré agotado.

— Pero...

— ¿Hmmm? —pregunté.

— ¡No entiendo nada! —rompió a llorar — ¡No sé qué pasa! ¿Por qué quieren matarme? ¡Yo sé que dije que si no existía sería mejor! Pero no quiero morir, yo solo quiero ser feliz por primera vez en la vida —dijo entre llantos.

—¡Mírame! —la tomé de sus mejillas —¡Tú eres valiosa! Para muchos siendo sincero. Y de muchas maneras: buenas, malas, horribles... Pero... Yo no permitiré que te hagan daño.

Nunca había hablado así, y la verdad se sentía extraño, eran palabras muy sinceras.

—¿E-Enserio? —preguntó y yo asentí. —¡Gra-Gracias! —me abrazó. Un abrazo fuerte y cálido.

—¡Vamos, cámbiate! Durmamos aquí por hoy y mañana temprano saldremos a la agencia, debo explicarlo todo... —dije para calmarla.

—¿Agencia? ¿Qué agen...?

—Shh... —la interrumpí —Mañana responderé a tus preguntas y espero que me entiendas —tomé sus manos —No es nada fácil de asimilar ¿De acuerdo extraña...? —dije bromeando.

—Si... Extraño... —dijo con una sonrisa y con lágrimas aún en sus ojos.

No dijimos nada más, nos cambiamos para luego apagar las luces e ir a dormir... Y sí, yo dormí en el sofá, mal pensados...

Mañana será un día complicado.

~Hecho para matar~



Hecho para matar | #1 (Terminado ✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora