Un Amor Que Solo Es Por Un Contrato [Terminada]

ɴᴏᴛɪᴄɪᴀ

Habían pasado 2 meses desde que estos dos convivían juntos.
Yuugo aun seguía viviendo con ellos ya que le había preguntado a Emma si se podía quedar, y al no ser el departamento de ella, convenció a Ray de la quedada de Yuugo.
No obstante, por la amabilidad de  Emma, Yuugo dormía en la habitación de invitados, mientras que ella iba a dormir en el sillón de la sala pero al hacer eso, Ray la regaño y la cargo como saco de papas a la habitación de este.
Aunque recibió algunos golpes de parte de la pelirroja ya que no le dejaban dormir donde ella quería, mientras que la cargaba.
Emma dormía en la cama de Ray mientras que este dormía en el sillón que tenia en su habitación.
La tontería del contrato casi no era de mucha importancia para ellos dos ya que parecían hermanos antes que un matrimonio y eso no paso desapercibido de Yuugo quien era espectador de las actividades y el trato que se tenían entre ambos.

Esta vez Emma se encontraba sola en el apartamento, ya que los dos varones tenían ocupaciones que hacer fuera.
Se coloco unos auriculares y puso algo musica en su celular, tenia el día libre, comenzó a guardar unas cosas que tenia que desempacar. Cuando encontró su cámara vieja, la prendió tenia algo de batería y comenzó a mirar las fotos hasta que se detuvo en un; una sonrisa triste se puso en el rostro de Emma

—Es raro ya paso mucho tiempo, que no te veo mamá — murmuraba mientras apreciaba una foto de una mujer que sonreía de cabello oscuro y ojos violetas.

Emma quedo apreciando la foto, hasta que escucho el ruido de su celular sabiendo que le había llegado un mensaje nuevo.
Esta se acerco al celular viendo el mensaje que pertenecía a Ray

—“Emma ¿me harías un favor? ¿me podrías traerme unas hojas que deje en el escritorio de la habitación? Estoy en el café que esta a dos calles del departamento”—

Emma se fijo en el escritorio del azebache que exactamente tenia los papeles ordenados y algunos que estaban apartados.

—«¿Seran estos?»— pensaba Emma agarrando unos papeles

Sonó nuevamente el celular, al abrirlo era otro mensaje mas —“Son los que tienen una etiquetas azules en el borde”—

Emma sonrió ya que tenia los papeles incorrectos, estos tenían una etiqueta roja, busco en los demás papeles y esa etiqueta azul no estaba, miro alrededor de la habitación y nada, debajo de la cama, en el sillón o en la mesita de noche, pero no, no se encontraba ahí.
Termino suspirando y saliendo de la habitación, su sorpresa fue mucha al encontrar los papeles del azebache en la mesa de la sala.
La escena de era realmente cómica, esta estaba intentando no romper o arrugar el papel que tenia en la mano ya que era el trabajo de Ray, pero de enserio como pudo dejarlo ahí, para colmo olvidarlo y mandarle un mensaje a esta diciendo que estaba en la habitación mientras que estaba en la cocina.
Emma termino por suspirar y decidió tomar una campera deportiva y salir del apartamento.
Ya no tenia que salir con gorra con un barbijo que le cubriera la cara, los fotógrafos se habían ido de un día a otro,   no se sabia el porque había ocurrido eso pero podía estar mas tranquila en cierto modo.

Emma comenzó a caminar por las calles, al poco tiempo llegando al café donde Ray le había dicho, se adentro y comenzó a buscarlo con la mirada, lo encontró y se acerco; cuando se acercó a este, ella realmente lo miro con odio al azebache, haciendo que este se sorprendiera y sonriera carismático

—¡Oh! ¿Este es tu primo lejano Ray? — hablaba un hombre delante del azebache, Ray levantó una ceja y sonreía de lado no sabia como explicarlo como era debido, que el que estaba parado enfrente de ellos era su “Esposa” y no su primo.
El pelirrojo sonreía contento de ver a Emma, se paro y dejo los papeles que tenía Emma en la mesa y la tomo por ambas manos juntándolas —¡Es un gusto conocerte por fin! ¡Ray me contó mucho sobre ti! ¡Eres realmente afortunado y asombroso en todo lo que haces!— comentaba el pelirrojo con una sonrisa amable y sus dos ojos que estaban realmente sorprendido