Habladurías

3.2K 154 7
                                    

Han pasado ya tres años desde que me gradué de la preparatoria. Sin duda fue una época bastante divertida. Y todo gracias a esas cinco idiotas que varias veces las considere algo más que unas simples amigas. Ahora, siendo un estudiante universitario, de vez en cuando suelo reunirme con alguna de ellas, y que puedo decir. Es agradable pasar el tiempo con alguien que ha estado ahí en momentos cruciales. No puedo quejarme de nada al respecto. Todas han sido perfectas.

Amaneciendo después de una noche bastante loca después de una fiesta organizada por varios superiores de la universidad, es que despierto en mi apartamento, cerca de mi universidad, semi desnudo...

- Agh... No debí aceptar la invitación de ese sempai. Mi cabeza da vueltas por todo el alcohol que me hicieron tomar - levantando mi mano para buscar entre mi futón la camisa que me había quitado durante la noche -. Tengo suerte de no haberme resfriado.

Después de varios intentos fallidos por querer encontrar mi camisa, sin darme cuenta de algo peculiar, es que fue una gran sorpresa en el momento, además de un leve susto, encontrarme a alguien que no esperaba en lo absoluto, pero al mismo tiempo no me afectó demasiado.

Mientras me levantaba de mi futon, junto con mi camisa que había encontrado segundos después, fue que de una vez tape con las frazadas que tenía, a la chica que me había acompañado la noche anterior. Nakano Itsuki se encontraba durmiendo de la misma forma que yo, semi desnuda.

- "Notando mi alrededor, supongo que no llegó a mayores" Me alegro que haya sido así - dije mientras la dejaba dormir y me iba a la pequeña cocina que poseía para prepararle algo sencillo -.

Dejando a la menor de las hermanas en mi habitación mientras iba a preparar algo para cuando despertara y no se alterara demasiado, fue que rápidamente pude escuchar un grito proveniente de la ya mencionada chica.

- ¡¡Aaahhh!! ¿P-por qué no tengo puesto mi sostén? - decía en un tono bastante alto -. ¿D-d-dónde está? ¿Y mi vestido?

Sin siquiera tomarle un poco de atención al escándalo que estaba haciendo ahora mismo, simplemente me dedique a preparar el desayuno lo más rápido posible. No quiero que esto se convierta en un desastre.

Mientras tanto, ocupado en la cocina, seguía escuchando las infinitas quejas de Itsuki en la otra habitación, además de datos que no quisiera escuchar en lo absoluto. Pero esto sirvió de algo, aunque fuera mínimo.

Con el desayuno casi listo, era que podía escuchar a Itsuki relatando los eventos de la noche pasada, o por lo menos de lo que se acordaba. Tal parece ser que de alguna manera había logrado volver a mi apartamento y notar que ella se encontraba afuera de la entrada. Como era de esperarse, ella de inmediato fue en mi ayuda y me recogió.

- "No puedo imaginarme en un estado deplorable" - sintiendo disgusto por la situación -. "Pero creo que dice la verdad"

Siguiendo con los pocos relatos que podía entender por la distancia y por el repentino bajo de tono que me impedía escuchar, era que al parecer, yo, estando ebrio, había convencido a Itsuki de beber un poco por... ¿Nostalgia? Incluso teniendome en ese estado, no pudo retener las obvias ganas de querer beber también. Esto me dice que ella había ido a mi apartamento a beber desde un principio. Tal vez habría sido más divertido que la fiesta que organizó sempai, sin dudas.

Teniendo en una charola un plato con pan tostado, huevo y tocino frito, junto con un vaso de jugo de naranja, es que procedía a merecer una fuerte bofetada mientras entraba a mi propia habitación.

- O-oye... Itsuki. ¿Ya estás despierta? - fingiendo no haberme dado cuenta -.

- ¡¿Uesugi-kun?! - fijando su mirada en mí de una forma penetrante -.

El Final De Una Indecisión [Go-toubun No Hanayome]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora