|CUATRO|

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—Sakura, he pasado tanto tiempo buscándote.

—Sasuke... — Me acerqué lentamente al chico pelinegro, colocando mis manos suavemente sobre su pecho.

—Ahora solo estamos tu y yo solos.— tomó con una mano mi cintura, y con la otra mi mejilla, con tanta delicadeza, como si se tratara de tocar la porcelana más fina, me atrajo hacia el, haciendo que nuestras respiraciones se mezclaran.— No pienses en nada, solo déjate llevar.

Comenzó a besar y lamer mi cuello con tranquilidad, como si tuvieramos todo el tiempo del mundo, acariciaba mis brazos y mi espalda descubierta, sentía la ligera tela caer al suelo, me encaminó hacia la cama con lentitud y me recostó en ella con cuidado.

—No temas.— susurró con la voz ronca, mientras me sujetaba de su camiseta blanca, acarició mi rostro una vez más, se acercó lentamente para besarme y...

¡AH!

Me desperté gracias al sonido de mi alarma, estaba soñando, y no era un sueño común, estaba soñando con él, con Sasuke.
Toqué mi frente con un poco de sudor, el pulso a mil y... Mis bragas un poco mojadas.
Saqué rápidamente la ropa que me pondría hoy y me dirigí a la bañera para darme una rápida ducha con agua tibia para calmarme.

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Llegué temprano a la escuela hoy Lunes, no había visto a mis amigos el fin de semana después de la fiesta, más que mensajes y llamadas, y eso porque Ino corrió la voz con los chicos para platicarles sobre lo que había pasado con Sasuke y conmigo.

No había muchas personas en la escuela, así que decidí sentarme en una banca, colocarme los auriculares y escuchar música mientras esperaba a mi pequeño grupo de amigos.
Saqué mi libro favorito y me dispuse a leerlo con tranquilidad, la escuela era tan acogedora cuando no había tantos alumnos que leer un libro era gratificante a horas tan tempranas.

Ya había leído La Divina Comedia más de cinco veces, pero, ¿no les pasa que no importa cuantas veces leas un libro, siempre lo vas a amar?, a mi siempre me pasa.

Disfrutaba mi pequeño momento a solas, cuando sentí que alguien tomaba mi auricular derecho, volteé, pensé por milésimas de segundo que tal vez era Hinata o Kiba, ellos siempre hacían eso, y además siempre llegaban temprano a la escuela pero...

—¿Sam Smith?, ¿es en serio? — preguntó el chico rubio sentándose a un lado mío.

—¿Disculpa?, ¿qué tiene de malo?— respondí con el ceño fruncido.

—Pues, Sam Smith canta bien, pero no es mi tipo de música.— respondió tomando asiento a lado de mi en la banca.

—Pues tal vez el tuyo no, pero el mío si, además, no es que no me guste otro tipo de música, simplemente fué mi elección del día de hoy.

—¿Qué estás leyendo?— preguntó curioso.

—La Divina Comedía, ¿ya lo leíste?.

—No, no me gusta mucho leer, me aburre— dijo arrugando la naríz haciendo un gesto de disgusto.

—¿No te gusta leer?, entonces no puedes hablarme.— me hice la ofendida, bueno realmente si me ofendía un poco.

—¡Hey!, creo que el ofendido soy yo.— colocó su mano en su pecho haciendo un movimiento extraño como si estuviera a punto de desmayarse, lo que me hizo reír por su ridiculéz. —¿Cómo te llamas?— me preguntó.

—Sakura Haruno, vamos en la misma clase. — respondí extrañada pero causándome gracia su pregunta, hace un año me hubiera desanimado porque alguien no supiera mi nombre a pesar de que estuvieramos en la misma clase, pero creo que estoy exagerando, llevo una semana en ésta nueva escuela y es normal, por Dios Sakura, relájate.

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2020 ⏰

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FORGIVENESS • |sasusaku| • (🌸editando🌸)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora