Capítulo Final. 📄

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Reacción.

*Pequeña aclaración: cuando decimos papá, hablamos de Tsukki, y cuando decimos papi, hablamos de Guchi*

Narrador:

Eran las 19:30 de la tarde, su papá no iba a tardar en llegar del trabajo, pero la ansiedad la estaba matando. Y no era para menos.

A su papi ya le había llegado un email acerca de su admisión, por lo tanto a su papá también, pero acordaron verlo y leerlo todos juntos. "Esto es peor que la admisión de la universidad", pensó por un momento la castaña. 

De todas formas, no fue tanto lo que tuvo que esperar, cuando se escuchó la llave en la cerradura de la puerta principal.
Junto con su castaño padre, se levantaron de un salto del sofá, casi corriendo a la entrada, en busca del mayor el cual estaba dejando sus zapatos y saco en el perchero.
Sorprendido los miro a ambos con curiosidad.

- ¿Qué es que lo que les pasa? Se ven muy emocionados. -dijo el rubio para luego depositar un beso en la cabeza de su hija y uno en los labios de su esposo.

- Papá, ¿No has visto tu correo hoy? - preguntó confundida la castaña clara.

- Tuve mucho papeleo y no tuve tiempo de mirar, ¿Por? - dijo mientras se dirigía al baño para lavarse las manos.

- Deberías mirarlo, amor. - Dijo Yamaguchi con una sonrisa en su rostro. 

El rubio sin comprender mucho a donde querían llegar, tomó su celular y entro a su correo electrónico encontrándose con un email de la preparatoria Karasuno. Abrió los ojos en demasía y miro a sus personas favoritas confundido, haciendo una pregunta con su gesto.

- Todavía no lo abrimos si es lo que te preguntas. Te estábamos esperando, papá. - dijo la más pequeña con una sonrisa en su rostro.

-Entonces mirémoslo. - dijo el rubio dirigiéndose a la sala con su laptop y la cámara para grabar sus reacciones.

Tadashi y la pequeña se sentaron el en sofá mientras que Kei prendía la cámara con el fin de empezar a grabar.

- Perfecto, estamos listos. Hikaru acaba de recibir su respuesta a la solicitud de ingreso y la vamos a abrir, ¡Que emoción! - dijo el hombre de lentes negros con una sonrisa poco vista por el mundo.

- Independientemente de lo que diga la carta, estamos muy orgullosos de ti y en lo que te has convertido. Te amamos hija. - Dijo el pecoso mientras abrazaba a su princesa, depositando un beso en su mejilla.

La joven asintió, y con los nervios a flor de piel, abrió la carta en formato digital. Leía su contenido en murmullos hasta que abrió los ojos como platos y miro a sus padres con una sonrisa y pequeñas lagrimas saliendo de sus ojos.

- ¡Entré! ¡Entré, entré, entré! -gritó eufórica mientras se levantaba del sofá y comenzaba a saltar por toda la sala. Con un nudo en la garganta, Tadashi comenzó a leerle la carta a su esposo quien también estaba contento y llorando de la felicidad. 

- [...] Cordiales saludos y esperamos verlos nuevamente en nuestra institución, números 11 y 12. - terminó de leer el castaño con lagrimas en sus ojos, mirando a su esposo con una sonrisa. Kei apagó la cámara y lo abrazo con todas sus fuerzas, para luego tomar a su hija. 

Los tres se fundieron en ese abrazo que tantos sentimientos expresaba, mientras lloraban cuales cascadas del Iguazú. No había palabras para expresar la felicidad que sentían.
Una vez se soltaron, Tsukki tomó tu celular para contarle la noticia a su familia, la cual de inmediato comenzó a felicitar a la menor. Al mismo tiempo, Hikaru comentaba a sus amigas, quienes también la felicitaron. Pero por otro lado, Tadashi salió a la calle.

- ¡Mi hija entró a la preparatoria Karasuno y a la clase 1-4! - gritó a los cuatro vientos con la misma sonrisa que se reusaba a irse.

- ¡Mi hija es una cuervo como sus padres! - dijo el rubio de lentes que salió luego de escuchar los gritos de su esposo.

- ¡Voy a continuar el legado familiar! ¡Wooooo! -gritó finalmente la castaña mientras reía por lo locos que parecían ella y sus padres.

- ¡Me alegro por ustedes, pero ya cállense, por favor! - grito la vecina desde su casa.

- ¡Lo sentimos, Betty! - gritaron los Tsukishima para luego a entrar a su casa riendo, preparados para disfrutar la comida de la victoria que habían preparado una hora antes. Seguramente, ese fue el mejor día de sus vidas, uno que nunca iban a olvidar.

Fin.

Muchísimas gracias por leer, por tomarte un tiempo para disfrutar. Espero que les haya gustado tanto como a mi escribirlo.
La realidad es que, esta historia salió de una pregunta que me hice a mi misma;
"Si Yams y Tsukki se casaran y tuvieran un hijo o hija, ¿Quién sería el padre? (En el sentido del apellido y demas) ¿Cómo se vería? ¿Le gustaría el Voleibol? ¿Se habría unido al Karasuno?", por lo que decidí autoresponderme en este Fic. Lo escribí en una sola noche y como no estaba del todo segura de si subirlo o no, me tarde un poco más en publicarlo. Realmente espero que les haya gustado. Nos vemos pronto, tal vez con algo diferente, ¡Nunca se sabe!

-China💫

Ensayo de Admisión. -TsukiYamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora