Corona

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Eran los últimos días del verano, el campamento en Tokio le ha dejado importantes enseñanzas y algunos cambios, se sorprende que ahora disfrute un poco de las practicas del club, como si al haber convivido con los líderes del Fukurodani y el capitán del Nekoma, estos le hubieran contagiado un poco de su pasión por el voleibol. No es que no le gustara, solo que ya no le emocionaba como cuando era niño, él lo consideraba algo normal, está creciendo y madurando, los gustos van cambiando. Pero el que no le emocione como cuando estaba en primaria, no significa que deba ser descuidado con su práctica, uno de sus protectores se ha roto, lo normal es que le durasen un par de meses más, pero quizá al aumentar el tiempo de práctica y al incluir nuevas dinámicas en la misma contribuyo a que el desgaste en el resorte se acelerara, lo único cierto es que se vio obligado a desviarse de su camino a casa, ese sábado al final de la práctica, para ir a la zona comercial y conseguir unos nuevos, esperaba el costo no rebasara su presupuesto, no quería ver alterado su domingo por tener que salir a comprar unos protectores , caminaba siguiendo las indicaciones escritas en su celular, Enoshita se enteró de sus intenciones de comprar nuevos protectores, y le sugirió una tienda especifica donde podría encontrar unos de mejor calidad, por desgracia no fue el único en enterarse de sus necesidad de visitar una tienda deportiva, Kageyama los escucho mientras le daba la dirección e indicaciones de cómo llegar a ella, le pidió le permitiera acompañarlo, curiosamente a como es otras veces, lo hizo de una forma bastante correcta y enfrente de los senpais, así que no encontró forma de como negarse; fue una suerte que el enano que siempre hace de comparsa del rey tuviera que repasar sus deberes con Yachi y Yamaguchi, dejándolos a ellos dos solos. Honestamente Tsukishima es más tolerante al mutismo y la actitud asocial de Kageyama, que a la irrefrenable hiperactividad de Hinata, así que de tener que soportar a un idiota, el siempre preferiría a Kageyama .

-Rey girando a la derecha en esta calle esta la tienda – dijo a su acompañante quien avanzaba a su lado.

-Te he dicho que no me llames rey, tsk, parece que te gusta molestarme- tras sus palabras Kageyama se adelantó un par de pasos.

- Es fácil molestarte

-Ah! – el armador del Karasuno estaba por lanzarle una serie de insultos, sino fuera porque al girar en la esquina tal como había dicho el rubio, se encontró con una gran cantidad de gente, por un momento ambos pensaron se habían equivocado al seguir las indicaciones, pero no fue así, pues vieron el anuncio de la tienda deportiva unos metros adelante, sucedía que ese día se inauguraba uno de esos locales de hamburguesas que están siendo la sensación por el país, había una fila para recibir cupones de promociones y otra para entrar al local, con cuidado esquivaron el mar de gente , entraron en la tienda deportiva, cada uno encontró lo que buscaba, pagaron en la caja y salieron de nuevo a la calle, la gente formada ante el local de hamburguesas había disminuido un poco, esta vez no se vieron obligados a bajar de la banqueta para esquivar clientes o curiosos, al pasar enfrente, una de las empleadas les entrego cupones de descuento, ambos los tomaron, unos pasos más adelante otro de los empleados entregaba a los transeúntes un artículo promocional, Tsukishima le solicito uno apenas vio lo que era, siguieron caminando a la parada de autobús, mientras Kageyama revisaba los cupones de regalo, Tsukishima armo el articulo promocional que pidió, se trataba de una corona de cartón, impresa en color dorado, con algunos papelitos adheridos que imitaban joyas de color rojo y azul, una vez termino la planto en la cabeza de Kageyama, quien al sentir algo sobre su cabeza lo primero que hizo fue intentar quitárselo, pero Tsukishima fue más rápido y lo detuvo.

-¿Qué haces maldito?, acaso soy un chiste para ti?

-Vamos, no seas tan amargado, te queda bien – el rubio saco su celular, la imagen es perfecta como para no capturarla.

-No me gustan este tipo de bromas – de nuevo Kageyama intento quitarse el adorno sobre su cabeza.

-Déjalo un poco más Tobio, al menos hasta que te tome la foto

Al ser llamado por su nombre de pila Kageyama se quedó congelado, nadie en el equipo le llama por su primer nombre, justo ahora Tsukishima lo había dicho con la mayor naturalidad posible, aprovechando el estado de confusión del armador, Tsukishima tomo un par de fotos, una de ellas la envió al chat del equipo, llego la notificación al celular de Kageyama, al abrirla este vio la foto, tomo la corona y la arrojo al cesto de basura más próximo, miro a Tsukishima quien se reía divertido.

-Kei eres un ser realmente malvado- sentencio Kageyama antes de reanudar su camino a la parada del autobús, Tsukishima se sonrojo al notar que había sido llamado por su primer nombre, sacudió la cabeza para despejar la sorpresa y alcanzo al moreno en su camino. Ese día marco un cambio en la relación de este par.

Drables TsukiKageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora