I Manatí

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Por Vicka.

En una clase de la carrera de biólogos marinos...

-señorita Volkova, ¿puede decirme el nombre científico del Manatí? —fue la pregunta que le lanzó la profesara de esa asignatura, a su mejor alumna: Yulia Volkova.

Y-claro, Trichechus manatus, del griego tris, que significa tres y chechas que significa uñas —sonriendo.

Ella era la única que contestaba todas las preguntas. El resto de sus compañeros la miraron serios, claro, no soportaban que esa chica delgada, que de estatura apenas rebasaba el metro y medio, de cabello negro y corto y de ojos azules fuera la mejor de la clase, y no solo de esa, era la mejor en todas.

-gracias señorita Volkova.

La clase continuo y Yulia participo prácticamente en todas. Yulia Volkova tenía 24 años, hija única de Larissa y Oleg Volkov, prominentes empresarios de la industria restaurantera. Por ser una familia adinerada podían pagar cualquier cosa para Yulia, sin embargo, a pesar de contar solo con una hija nunca habían sido una familia unida, más bien, ellos tenían su mundo y ella el suyo.

Yulia estudiaba la carrera de bióloga marina, estaba cursando el último año, y era el mejor promedio de la Universidad. No obstante era muy creída, así que solo contaba con un amigo, Paul, a quien conocía desde su infancia. A pesar de que solo tenía un amigo, era conocida por sus conquistas amorosas, como era muy atractiva ninguna chica se le resistía. Cuando sus padres descubrieron que su hija salía con chicas al principio se alarmaron, pero después lo aceptaron, además, Yulia nunca les pedía permiso para realizar algo, ella simplemente lo hacía. Así que después de un tiempo a sus padres les dio lo mismo, después de todo ellos estaban muy ocupados como para resolver la vida de su hija quien siempre había sido una rebelde, pero que al mismo tiempo era el mejor promedio de la universidad y eso los hacía sentir muy orgullosos de ella.

-hola Yul —Paul, su mejor amigo la saludo con un beso en la mejilla al finalizar la clase.

Él tenía la misma estatura de Yulia, cabello castaño y los ojos verdes, también era delgado.

Y-hola Paul
P-¿cómo te fue?
Y-bien, "como siempre" —recalcando las últimas palabras para que la escucharán sus compañeros de clase que también iban saliendo.
P-me imagino —sonriendo.
Y-¿y a ti?
P-más o menos...

Paul estudiaba Bioquímica en la misma Universidad.

Y-¿porqué?

Ambos empezaban a caminar hacía la cafetería de la universidad.

P-ya sabes, el proyecto que estoy haciendo tiene algunos detalles que no quedan
Y-deberías arreglarlo, tuviste todo el día de ayer para hacerlo
P-si como no, ayer domingo me la pase dormido todo el día —riendo.

Ambos ya habían llegado a la cafetería y se sentaron en una de las mesas que tenían vista hacía el mar.

Y-¿todo el día? —colocando su carpeta en una de las sillas —¿estabas hibernando o qué?
P-no jodas, ¿y tú qué? después de la farra del sábado no es posible que no hayas dormido más horas ayer...
Y-pues no, dormí hasta las diez de la mañana y ya luego me levante para estudiar
P-¿dormiste en tu casa? —extrañado —pensé que te habías quedado en tu departamento.

Sirenas, Ninfas de aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora