Sirenas, Ninfas de agua

VII Un solo Mundo (Final)

V-supe que renunciaste al proyecto del Manatí...
Y-si, ya no cumplía mis expectativas
V-que extraño, estabas muy entusiasmada por irte...ademas de que es un proyecto muy importante
Y-lo es, sin embargo, tengo otras prioridades
P-...Yul, voy a clase, te busco para almorzar
Y-claro —consultando su reloj —de hecho también mi clase ya empezó
V-Yulia, ¿podemos hablar después? —mirándola fijamente —puedo pasar por ti para ir a comer...
Y-no, no puedo es que...
V-ok —interrumpiéndola —te busco después.

Virginia se alejo y ambos la miraron.

P-¿por qué no le dijiste que estás con Lena?
Y-¿y acaso me dio tiempo? —empezando a caminar con su amigo.
P-debiste decírselo...
Y-¡hay ya Paul!, tarde o temprano se va a enterar
P-es claro que se va a enterar, pero si te busca es por algo
Y-como sea, te veo después.

Las clases transcurrieron normal, claro que el centro de atención fue Yulia, el hecho de haber renunciado al proyecto era algo del dominio público para esas alturas. Y es que para todos era extraño que hubiera dejado ir una oportunidad como esa, ya que algo así era el sueño dorado de todos sus compañeros, y eso, ahora les molestaba porque de nuevo sería la alumna estrella y los irritaba bastante, pero también se alegraban de que la morena hubiera bajado varias décimas su promedio al renunciar al proyecto y que además indudablemente se atrasaría un semestre. No obstante, a Yulia todo eso la tenía despreocupada, ella lo había hecho por Lena y lo volvería hacer sin pensarlo.

Mientras tanto en la mansión Volkov, la madre de Yulia había convencido a Lena para salir a dar una vuelta, la pelirroja al principio dudo, pero luego lo pensó mejor, después de todo era la madre de su novia y no quería que se llevarán mal. Así que se fue con Larissa a recorrer algunas tiendas y a tomar un café. Durante ese tiempo, Larissa trataba de averiguar un poco sobre la familia de Lena, pero la pelirroja no hablaba mucho, solo contestaba con monosílabos, y llegó a la conclusión de que la chica era en extremo tímida, y entonces se pregunto como una chica así había conquistado a su hija. No obstante, también se dio cuenta de que Lena era muy sencilla y muy dulce y de alguna manera empezaba a formarse la respuesta a su pregunta.

La-espero que podamos repetir esta salida Lena —ya estaban de vuelta en la mansión.
L-me gustaría mucho Larissa —de forma sincera.
La-bueno, yo voy a volver a salir —consultando su reloj —Yulia no debe tardar en llegar .

Y es que Lena le había insistido mucho a Larissa en la hora de volver, porque Yulia le había dicho que iría a comer con ella.

L-gracias por lo de hoy Larissa
La-de nada hija, nos vemos más tarde
L-adiós - sonriendo.

Cuando la madre de Yulia se fue, Lena se quedo solo con las personas del servicio, ya que Oleg se encontraba trabajando y Yulia aún no llegaba. La pelirroja se sentó en la sala a esperarla, sin embargo luego de algunos minutos se canso, así que decidió caminar por el jardín. Se dio cuenta de que en la parte de atrás había un piscina y sonrió. Una de las chicas del servicio la miró, la pelirroja parecía fascinada con la alberca, parecía como si nunca hubiera visto una. Todos los trabajadores también estaban encantados con ella.

–¿por qué no nada señorita?

Lena la miro.

L-...no, Yulia debe estar por llegar
-a veces la señorita Yulia se retrasa, además aún falta tiempo para la comida
L-no, la esperare, gracias —sonriendo.

En la Universidad Yulia miraba constantemente su reloj, ya era la hora del almuerzo, estaba en la sala de espera de la dirección. Tenía que hablar con la directora sobre la prorroga que necesitaba para terminar sus estudios. Se empezaba a desesperar de que no la atendieran y las personas a su alrededor empezaron a notarlo. Media hora después la directora la atendió, al principio estaba sorprendida como todos por su decisión, pero luego entendió que la chica de ojos azules tenía una poderosa razón. Al final, la prorroga le fue concedida, ya que es una alumna modelo, así que no hubo problemas.