Desde que tenía memoria, ChanYeol nunca se consideró igual a los otros niños. No era un pensamiento propio, todo aquel que conociera al pequeño de ocho años coincidía con ello. ChanYeol, como el hijo mayor del Doctor Park, tenía una que otra obligación por cumplir, mantener el nombre reconocido y el título de Doctor eran algunas de ellas. Los Parks han sido una larga cadena de doctores prácticamente desde siempre, y su deber era continuar con el oficio que ejercieron sus antepasados, por ende, no creció como cualquier otro niño.
Los cuentos de hadas eran totalmente desconocidos para él, las princesas de cabello largo, los dragones o malvadas hechiceras, eran tonterías para él las escasas veces que lograba escucharlo por parte de sus compañeros de escuela. En vez de historias de fantasía para tener un buen sueño, leía sobre anatomía, opciones naturales para la medicina, las consecuencias de ciertos malos hábitos, toda su cabeza se había vuelto una enciclopedia de medicina, tanto así que le era difícil tener otro tema de conversación, dando como resultado el completo rechazo de los demás niños de su edad.
A veces le era tan indiferente, y otras se sentía tan decaído, tan sólo quería un amigo, alguien con quien charlar. Se cuestionaba de forma frecuente su forma de ser, y de quien obtenía respuesta, era de su padre, quién le decía que esos niños eran demasiado incompetentes como para pensar en su futuro. ChanYeol hacía caso de ello, pero aún así sentía que algo le faltaba.
Después de clases, era normal para él ver a los niños correr entre ellos, alegres de regresar a sus casas o pasar un buen tiempo de calidad con otros. Por su parte, después de clases tenía que estudiar o asistir a la clínica del pueblo para asistir a su padre, de esa forma estaría más conectado a la vida de un doctor desde pequeño.
A ChanYeol no le gustaba ir a la clínica, generalmente le tocaba tratar con gente no muy agradable, ancianos cascarrabias y con un olor que no es precisamente agradable, pero no le quedaba de otra, era su deber como primogénito.
Como todos los lunes y miércoles, ChanYeol caminó directo a la clínica, escuchando los murmullos de los niños a sus espaldas. De todos modos, ya se había acostumbrados ellos, como aquel que decía que se iba a jugar con los muertos o a hacer pócimas para encantar a sus enemigos, demostrando su clara ignorancia, pensaba ChanYeol.
Ingresó al edificio, saludó a la recepcionista y caminó hacia la oficina de su padre, la cual era de los pocos despachos de la clínica al no ser una gran instalación. No encontró a su padre ahí, sin embargo estaba la lista que solía dejarle sobre su escritorio, la cual era una secuencia detallada de los deberes que tenía en la jornada.
Sin preámbulos comenzó por el primer paciente. Un señor de avanzada edad y algo chiflado. ChanYeol le hacía las típicas preguntas de la lista a la enfermera que lo atendía, apuntando después la respuesta en su libreta. La segunda paciente era una mujer que acababa de dar a luz. Era un alivio por una parte, pues le gustaban los bebés, eran tan pequeños y adorables, que sentía su corazón derretirse, aún recordaba cuando su hermanito era un recién nacido.
Llegó a la habitación 614. Según lo que decía en la lista, era un recién ingresado. ChanYeol tenía cierto rechazo a los nuevos pacientes, pues por lo general se comportaban de forma hostil y huraña. Abrió con cautela la puerta, esperando encontrar a un viejo chiflado como el que tuvo que ver hace un rato u otro que le lanzara maldiciones y demás, pero no esperaba encontrar lo que sus ojos captaron.
Quizás fue por el efecto de la luz que ingresaba por la ventana, o el particular olor que tenía esa habitación y lo pulcra que lucia, o simplemente aquel niño, que había volteado a verlo, parecía un ángel. Su cabello era castaño y rizado, la piel era sumamente pálida, y se veía tan suave al tacto. La sonrisa que apareció cuando ChanYeol aún no reaccionaba sólo logró descolocarlo más, era la sonrisa más hermosa que había visto en su vida, y ojos tiernos que se hacían medias lunas. Aquel niño debía ser la definición de ángel, porque si no, entonces no sabe lo que es uno.
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Dr.Park
FanfictionUn doctor que había perdido la cabeza por amor. Inicio de emisión: 05 de octubre 2020 Fin de emisión: ---