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En el receso, le comenté a Ariana mi decisión de volver a ser tu amiga. Ella se puso contenta.

Estábamos platicando cuando Jaime se puso delante de nosotras. ¿Qué quería?

"Ximena, tengo que hablar contigo a solas" dijo intentando ser galante. Iu.

"No, si me vas a decir algo, va a estar mi amiga aquí".

Ariana me vio con duda y dijo que podía retirarse pero no quise.

"Es que... Bueno, quería saber algo... ¿Querrías ser mi cita en la fiesta de despedida?" me invitó. Su falsa seguridad se había ido.

Fui cruel con él pero me caía mal.

"Iuu, no. Ahora vete".

"Pero...".

"¡No!" Le hice una seña para que se fuera. Todavía estaba indignada con él.

"¡Qué mala eres!" me regañó Ariana.

"Me cae mal" admití.

"Eso no se hace, hubieras salido con él".

Ja, no gracias.

"No. Mejor sal tú con él".

¿Para qué se lo dije? Era broma, pero se lo tomó en serio.

"Amm. No tengo pareja todavía, nadie me ha invitado, así que por qué no".

La quise detener indicándole que Federico quería ir con ella pero dijo que iba a probar salir con otra clase de chicos.

"¡Qué rara eres!" Exclamé, aunque tenía razón. Yo había estado tan embelesada por ti que no le presté atención a otros chicos que valían la pena. Tal vez debía tomar en cuenta el ejemplo de mi amiga.





Cartas de un amor no correspondido © - Extra LMQDonde viven las historias. Descúbrelo ahora