Otro mundo desde 0: Capítulo 12

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Izuku miraba la imponente figura de puck flotar en el aire cubierto de un millar de fragmentos de hielo.

La mirada de odio, furia y rencor en puck destruye a cualquier alma que le mirase a los ojos.

-mueran- respondió el animal mirando a Petelgeuse romanée-conti el cual aún tenía una sonrisa desquiciada mirando el espíritu.

los fragmentos de hielo viajaron a gran velocidad atravesando a cada integrante del culto de las brujas sin contar a Petelgeuse.

Las mismas dagas al encajarse en las personas y en el suelo comenzaron a congelar el ambiente provocando una neblina que congelaban los pulmones al que las inhale.

-mi cerebro... Tiembla- las últimas palabras fueron dichas con una sonrisa y una mirada de satisfacción en el psicópata.

-¡Puck!- gritó el peliverde tratando de advertir a su compañero.

-callate izuku, en un momento me encargaré de/- izuku miró como el animal se retorcía entre sí mismo y era cubierto por manos ocultas del enemigo.

-¡complacencia! ¡negligencia! ¡eso es pereza! ¡debiste matarme de inmediato! ¡incluso con tu poder no hiciste lo que debías!- moviendo sus manos en círculos, con la punta de los dedos índice, hablaba el psicópata con una sonrisa de Victoria.

-ridículo- la voz de puck volvió a sonar mientras que las manos ocultas comenzaban a estirarse estrepitosamente.

Estas fueron mandadas a volar al igual que Petelgeuse e izuku mientras que el ambiente era congelado de inmediato, en cuestiones de segundos.

-si de verdad quieres matarme...- una gigantesca cola golpeó los cuerpos congelados de los dedos del culto de la bruja como también una gigantesca pata pisó elevando la nieve y destruyendo las demás figuras- consigue al menos un millar de las sombras que tenía satella- la gigantesca figura de puck se paraba con fuerza y poder.

izuku miraba impactado y sorprendido la figura gigantesca que estaba delante de él. Le era imposible pensar que la figura tan amable y cariñosa que viajaba todo el tiempo al lado de emilia era este gigantesco ser que con solamente su presencia congelaba todo su alrededor.

-¿De verdad eres tú?- le preguntó sin querer aceptar la verdad de que éste era nada más ni nada menos que ese gato.

-¿no es demasiado obvio eso? tal vez No debí preguntar lo- habló el animal mirando con sus ojos amarillos a izuku.

-inconcebible ¡esto es inconcebible! ¡no puede ser... un simple espíritu! ¡mi fe... todo lo que dediqué! ¡mi amor en manos de un espíritu!- Petelgeuse se mordisqueaba los dedos sangrando y lloraba el mismo color.

-un humano que ha vivido unas décadas no debería hablarle de tiempo a un espíritu-

-el tiempo no tiene relación con la fé. Ojalá no me compararás con un idiota que vive una eternidad, ¡pero la pasa sin hacer nada!... ¡mi cerebro está temblando!- con toda su boca y ojos sangrando y su lengua afuera, reía maniaticamente mientras giraba su cabeza a izquierda y derecha, y su cuerpo era congelado lentamente.

-la muerte no sirve como castigo. Por eso los odio a todos-

Petelgeuse siguió con su maniática y estúpida risa que tanto le ha estado molestando.

-se rindió teniendo ventaja- la pata de puck cayó destruyendo todo lo que estuviera a su paso.

la piel pálida de izuku aún se mantenía congelándose poco a poco, pero éste aún no quitaba su mirada de la gigantesca figura.

-entonces ¿hablamos?- habló puck- izuku, cometiste tres pecados. Primero, rompiste tu promesa con lía. no pareces comprender la magnitud de eso para quién usa artes espirituales. segundo, ignoraste sus deseos y volviste, y tercero, la dejaste morir. Según mi contrato ahora voy destruir el mundo- el animal se acercó lo suficiente para que el cuerpo de izuku sintiera temor.

RE: Izuku MidoriyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora