PRÓLOGO

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Joaquín suspira con una sonrisa mientras se levanta de su cama y se acerca a su amplia ventana por donde ingresan leves rayos de la luz del sol matutina, con sus manos se acomoda sus ya crecidos rizos e intenta relajar sus hombros mientras observa a la casa que se encuentra frente a él.

Tiene una vista del amplio patio trasero y la ventana que se encuentra a la altura de la suya topando con su habitación.

Espera paciente un par de segundos y entonces lo ve. Con solo su short deportivo puesto dejando a la vista aquel bien formado abdomen a causa de su rutina de todas las mañanas y sus idas al gimnasio frecuentes; su corazón se acelera como si fuera la primera vez, analizando cada detalle de su cuerpo y los gestos de su rostro mientras busca entre sus cajones alguna camiseta para usar.

Con el rabillo del ojo, el chico lo observa de pie delante de la ventana donde normalmente espera cada mañana para dedicarle un saludo o una sonrisa, como si ya conociese de memoria su rutina, la hora en la que despertaba y se iba a dormir, sin falta el pequeño Joaquín estaba esperándolo, tal y como siempre había sido desde que tenia uso de memoria.

El menor lo mira adorado, sin ninguna clase de morbo, solamente apreciándolo como el ángel que es ante sus ojos esperando que alguna ocasión le corresponda al afecto.

El mayor suspira y se coloca su camiseta para después observar fijamente al castaño quien le da su mejor sonrisa a pesar de apenas haberse levantado y estar en pijama, el le dedica su mirada seria como siempre sin saber que hacer ante el gesto pero sin rechazarlo tampoco, simplemente le extraña aún ver aquellas muestras de afecto. Eran amigos, al menos así lo había dejado en claro Joaquín, después de pasar cada rato que podía junto a él, sin importar que fueran silencios durante horas, el inocente y lindo chico se conformaba con apreciar a su Emilio hacer cualquier acto por mas mínimo que fuera.

Emilio se muerde el labio inferior y se limita a levantar la mano y moverla de un lado a otro a modo de saludo lo que provoca que Joaquín de pequeños saltitos y finalmente se aleje de la ventana completamente feliz para comenzar su día habitual y quizás irlo a visitar esa misma tarde.

Joaquín Bondoni estaba perdidamente enamorado de su vecino reservado y callado Emilio Marcos, demostrando su amor a diario, esperando pacientemente a que finalmente sea correspondido.

[ *** ]

He planeado durante ya un par de días esta pequeña historia romántica, los capítulos serán algo cortos pero aún así espero que la disfruten, porque la escribo con todo el cariño.

Les amo mucho. 💜

Lover Of Mine [Emiliaco] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora