La mucama [J.JK] [BTS]

☆꧁༒Tres༒꧂☆

POV OF JUNGKOOK

Papá manejaba una grande empresa llamada ''Jeon's Company center'' donde se fabricaba el mejor cuero de Corea y no es por presumir. Vivíamos en una mansión bastante grande, bueno, mis padres, yo vivo lejos de ellos y a veces me quedaba aquí 1 mes para aprender mas de mi futura empresa y las grandes cantidades de ventas que hay.

Después de unos días decidí recorrer por las calles de Seúl, necesitaba a veces una distracción después de estar días en una oficina encerrado y el aire digamos que tampoco es tan sano ahora, Seúl últimamente a tenido muchos problemas con el tema de la contaminación así que prefiero usar mi mascarilla negra y cuidarme. Además, planché mis pantalones favoritos que esa torpe chica me había arruinado.

El día estaba un poco fresco y necesitaba algo caliente en mi cuerpo. Estacioné mi camioneta frente al local ''Starbucks'' y entré sacándome la mascarilla. Había un poco de gente sirviéndose un café mientras estaban sentados y leían libros y/o hablando entre ellos, caminé hacia el mesón y pedí mi café cuando ya me había decidido. Tuve una lucha con la chica del mesón ya que no dejaba de mirarme con ojitos de Bambi, por favor, ¿Las chicas son así de siempre? Ignoré completamente sus miradas y me enfoqué en el clima, dios, iba a llover.

Acto seguido, la chica me entregó el café con unos sobrecitos de azúcar instantánea y agregué un poco. Con el palo de plástico que venia incluido revolví para caminar hacia una mesa vacía pero una chica bastante distraída, mesera por decir, había chocado conmigo haciendo que mi café se esparramara en mi camisa y gran parte de mi pantalón.

No podía ser cierto.

— Oh dios mío, perdón. — Dijo ella con mucha culpa. — L-Lo siento y-yo y-yo ve-ven-...

— Distraída, si. — Dije molesto. — ¿Qué a ti te pagan por ser torpe? —En su cintura llevaba rodeado un delantal blanco, quería secarme el café pero me alejé. — Ni se te ocurra tocarme. — Gruñí.

— Déjame ayudarte, por favor, lo siento mucho, es que yo, es que se me olvidó un pedido y..

— ''Es que, Es que'' —La imité y agarré su brazo para acercarla a mi. — ¿Sabes cuanto vale esta camisa y este pantalón? — Ella negó. — Y así te das el gusto de ensuciársela a la gente, ¿No es así? — Las miradas de las demás personas estaban fijadas en nosotros, me importaba una mierda, me costó una mierda planchar mis pantalones para que esta torpe chica me las ensucie. — Ahora tendrás que lavarlas por mí, ¿Oíste?

— Es qu-que y-yo no puedo irme a-ahora, salgo a las 7.. —Se empezaba a quejar, pues mi agarre en su brazo le estaba doliendo, me zafé.

— Me importa una mierda, te vas a mi casa y los vas a lavar, y con escobilla, no van a la lavadora por cierto, si sabes que es una lavadora. — Dije sarcástico. Otro chico me entregó unos paños donde cuidadosamente pasé por mi ropa, dios, manchado de cappuccino, agh.

La chica del mesón seguía mirando nuestra escena parapléjica de mi acto, ya no me miraba con ojitos de Bambi. — Tú. — Le dije. — Deja que tu ayudante torpe salga ahora, te pago $100.000 wons si dejas ir a la chica antes, tómalo o déjalo. — No respondía. — ¿No tienes lengua o que?

— Oye no puedes hacer eso. — La chica torpe habló. — Perderé mi empleo.

— Y a mi que. - Cuando la chica del mesón aceptó, saqué mi billetera y le hice el cheque con el monto que le propuse. Una vez cortado, ella lo recibió tímidamente. — Gracias, por nada.

Agarré de la muñeca a la chica torpe y la jalé hacia la salida, ella se quejaba e intentaba llevar el ritmo de mis pasos largos. Si ella decía algo en mi contra, juro que voy a explotar.