Sinceridad

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Los ruidos casi desesperados en la puerta le hicieron exaltar un poco, se tallo los ojos con el dorso de la mano tratando de lograr abrirlos, pero aún se sentían tan pesados, sin embargo esa sensación de somnolencia desapareció de golpe cuando la puerta del apartamento se abrió, se sentó sobre el sofá y miro a todas partes tratando de entender la situación, y claro, de ver quién era el intruso, desde su posición era un poco difícil ver a la puerta, por lo que subió sus pies al mueble abrazándose un poco a si mismo mientras estiraba su cuello en un intento de tener una vista más clara de la entrada.

No fue necesario que se esforzará más, pues el intruso no había tardado en caminar hasta el, con pasos fuertes y ruidosos que habían logrado hacerlo estremecer, podía ser la euforia por el susto, pero no era capaz de procesar de todo la información, no había escuchado el otro par de pasos que acompañaban a los primeros, además de que esté segundo par era lento y débil.

—¿Egg?— Alzó la mirada asumiendo rápidamente lo que estaba pasando, aquello no era nada bueno, por lo que simplemente sonrío de lado mientras sus miradas se cruzaban, ese no era el mismo Egg que había cuidado de el hacía un par de horas, no era el chico con el que solía tratar.

—Vintage— La palabra había sonado tan amorfa en los labios de Egg, aquello no era un llamado, no era un cuestionamiento ni siquiera una alerta, simplemente había parecido una pronunciación nostálgica sin un significado real, él estaba completamente disperso.

Vintage estaba por tomar la iniciativa, se encontraba lastimado y ciertamente mancillado emocionalmente, ya todo lo que había intentado esconder y aparentar se había derrumbado, ya sabía que estaba expuesto, pues  se había dejado en Egg, ya le había mostrado su debilidad y probablemente volver a fingir no tenía caso, sin embargo, antes de que pudiera decir o hacer algo se dió cuenta, había una persona más con ellos, que en silencio se había acomodado en un rincón del apartamento mirando de lejos, tal vez valorando el terreno. Eso hizo al menor estremecerse, no era alguien a quien deseaba ver en lo absoluto ya su sola precencia lo atemorizaba.

Trago un poco pesado ante todo el silencio, tal vez eran apenas segundos pero para el empezaba a volverse eterno, podía descifrar el escenario que había tenido lugar antes de que ambos vinieran a su apartamento, habían peleado y a juzgar por la apariencia Skull había perdido miserablemente, a menos en lo físico, por qué el verdadero perdedor de todo el encuentro había sido sin duda Egg, estaba sobrecargado emocionalmente y era fácil notarlo, Vintage apartó su mirada de ambos y la clavo en el suelo, al parecer estaba en el fin del camino, si tan solo Egg hubiera estado solo... Pero no, seguramente no habría diferencia alguna.

—Vintage ¿Me amas?— Esa pregunta hizo al menor cerrar sus ojos con fuerza y apretar los puños contra el sillón, esa no era una pregunta cualquiera, era una trampa, pues ahora mismo no importaba su respuesta, sabía ya que Egg tenía una idea en la cabeza de la que el no podía deshacerse.

—Dime ¿sientes algo por mi?— Esta vez la pregunta fue más demandante y agresiva, pero nuevamente los ojos rojos de Vintage lo habían evitado. —¿Soy un juguete para ti?— El poco control que parecía tener se derrumbaba, empezando a gritar de manera herida.

—No— Susurro suavemente, sabía de antemano que esa no era respuesta suficiente, pero ninguna la sería, tomo un gran suspiro y fijo su mirada en los ojos dorados que se mantenían impasibles, sintió entonces el jalón en sus hombros, ya lo estaba esperando, sintió las lágrimas formarse de apoco en la orilla de sus ojos mismos que no apartaba de Skull, el ya lo había lastimado lo suficiente, más sin embargo parecía aún insatisfecho, entendía que él chico de coleta había desencadenado todo, pero ciertamente si él mismo no hubiera cometido tantos errores nada estaría pasando.

Remanente. Double Egg x Vintage / Skull x VintageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora