Capítulo 1

113 4 2
                                    

Antes de que comiencen a leer, me gustaría darles la bienvenida a ésta historia que me he inventado y que espero que les guste tanto como me gusta a mí. Ningún personaje es real y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

El ruido era ensordecedor, la música estaba a todo volumen, había gente borracha por todas partes arriba de las mesas o simplemente tiradas en el piso. Yo ya no quería estar ahí, yo quería tomar mis cosas y marcharme, pero se supone que venía a cuidar de mi hermana pequeña que tenía su primera fiesta de la preparatoria. Vaya hermana mayor que era, yo sentada en la sala con un cigarro en mano y observando como un chico bastante feo a decir verdad, manoseaba a mi hermana por todas partes y en vez de levantarme y apartarlo de un empujón, me dispuse a grabarlos y comencé a reír, ya tenía armas para chantajearla cuando no me dieran ganas de hacer nada en casa. Le di una calada a mi cigarro y guardé mi celular de nuevo en mi bolsa, me recargué en el respaldo del sillón y cerré los ojos. Moría de sueño, la noche anterior no había podido dormir nada por culpa de mis maestros de la universidad que se les había ocurrido la gran idea de encargarnos una enorme lista de tarea, pero no podía negarme a llevar a Lucy a aquella fiesta, ella estaba comenzando a salir después de la tragedia en la que se había convertido nuestra vida y tenía que hacer todo lo que estuviera en mis manos para que volviera a ser la chica alegre que siempre había sido.

— A esa edad nunca me hubieran dejado venir a una fiesta así —dijo la voz de un chico.

Abrí un ojo para ver si era a mí a quién me hablaba. Un chico estaba parado frente a mí con una media sonrisa y una botella de cerveza. Él era alto, de cuerpo atlético, cabello corto, cejas gruesas ojos cafés un poco más claros del café común. Usaba unos anteojos grandes apoyados en una grande nariz, no muy grande, pero si era grande. La verdad es que a pesar de su apariencia nerd, aquel chico era guapo y me hizo abrir ambos ojos y enderezar mi postura.

— Apuesto a que ni siquiera te atrevías a pedirles permiso porque tendrías que interrumpir tus valiosas noches de estudio —le dije dedicándole una ligera sonrisa y acomodándome mis propios lentes que había olvidado quitarme.

Se quedó observándome pensativamente por unos segundos, hasta que le dio un sorbo a su botella de cerveza y tuvo que inclinarse un poco hacia atrás para poder tomarse el poco contenido que quedaba, luego se sentó en el espacio vacío de mi lado y yo me acomodé sentándome de lado para poder hablar cómodamente con él, sin necesidad de estar torciéndome en cuello para verlo a la cara, aunque no me habría importado, tenía un rostro digno de admirar.

— ¿Me espiabas o algo así? —preguntó.

Reí un poco y le iba a dar una calada a mi cigarrillo, pero él me lo quitó de la mano antes de que hiciera contacto con mis labios y lo echó a su botella ya vacía de cerveza. Me quedé boquiabierta observando mi cigarro ya completamente inservible y en ese momento lo odié un poco.

—No debiste hacer eso ¿sabes? —Le dije en tono molesto.

Él me puso los ojos en blanco.

—Claro que sí, eres demasiado hermosa para morir pronto por cáncer o algo así.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 17, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Nuestra historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora