Intruso.

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Magnus le estaba enseñando una espaciosa habitación donde tenían muchas cosas extrañas y extraordinarias.

- Esto se llama serafín, son espadas que matan demonios.- le explicaba Magnus. Alec la miró pero sinceramente no parecía una espada, era un pequeño cilindro o algo así, ¿ Que iban a hacer con eso, de verdad eran letales?, se preguntaba mientras lo movía en su mano .- Supongo que no se ven muy... amenazadoras.- señala uno.- Tomala.

Alec duda pero al fin coge uno que esta a su derecha, casi en frente de Magnus, cuándo la hagarra no pasa nada, solo se ilumina y eso no sirve para matar a alguien.- ¿ Que se supone que hace?

- Di Gabriel.- le dice Magnus, piensa que lo esta tomando del pelo, aun que se ve muy serio.- Hazlo.

- Gabriel.- lo dice dudoso, de repente una espada sale del pequeño cilindro que resulta ser el mango de una espada gris-celeste. Se queda asombrado, su peso es ligero, es pequeña y muy manejable.- ¿ Que fue eso?.

- Estás espadas son echas por ángeles, así que cuando la necesitas debes pensar o decir un nombre de angel.- dijo como si nada, Alec no se creía mucho el echo que los angeles hicieran espadas y ahora el empuñar una. Magnus tomo una.

- Miguel.- dijo pero la espada ni se iluminó ni salió.- ¿ Ves?, solo sirven para nefilim. En realidad para nosotros, los subterráneos, resultaría peligroso.

- Aún no entiendo como es posible.- dijo bajito.- De la nada me entero que soy...¿ mitad angel? y mitad humano. ¿ Como pasa eso?.

- Pues... la sangre de angel es más fuerte que la de los humanos.- se encoge de hombros pero Alec sigue sin entender.- Tú mamá es Nefilim, tu papá no, y aún así la sangre Ángel ganó a la de Robert y por eso eres Nefilim.

- Es tan raro.- penso.- ¿Mmm y como surgieron los subterráneos?

- Eso es una historia más fea.- magnus caminó hacia un cuadro donde presentaba diferentes grupos de personas.- Como sabes, los demonios vienen a la tierra, ellos se hicieron pasar por humanos y tenian relaciones con humanas, de ahi salen los brujos, pero tambien de vieron vampiros, hombres lobo y seelies...

- ¿ Seelies?- pregunto sin tener la menor idea de que eran.

- Si ,ellos son hadas crueles.- contestó Magnus.

- Si son mitad hunanos, como yo o Jace, ¿ por que no lo parecen?.- notó que por los ojos de Magnus paso una sombra que se esfumó cuando miró a un lado, evitando lo.

- Alec, no todos somos buenos.- fue todo lo que dijo. Alec observó el cuadro. Eran personas jugando en el campo, parecían niños, otros eran adultos o jóvenes sentadas en grupos mientras reían y bebían.

- Ven, no eh terminado de darte el recorrido.- brinco cuando escucho a Magnus.- Sigueme.

Se detuvieron en frente de una pequeño mueble echó de vidrio.- Mira estas son estelas.

- ¿ Como funcionan?.- preguntó con curiosidad. Todo lo malo que sentía por Magnus de repente de esfumó y ahora solo quería saber lo que le contaba.

- Se hacen runas.... son unas... marcas, que te sirven para diferentes propósitos.- explicó lo mejor que pudo.- Si te haces una herida o estas débil, con tan solo una de ellas podrías curarte. Se hacen en la piel.

- ¿ Como las que tiene Jace?.- preguntó, no se había acordaba de esas marcas, era peculiares.

- Exacto.- sonríe. Se acercó y toco aun lado de su brazo.- Aquí podría ir la de sanación.- bajo casi hasta su muñeca.- Aquí la angelical.

Alec sentía la palma de la mano de magnus pasar por todo su brazo y se detuvo al tomar su mano.- La de la visión. Pero también hay de agilidad, para el silencioso y equilibrio.

Real Love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora