🌹 38 Flechado

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Para, Chris, era lo más normal del mundo el ver a más de doscientas personas al día; bueno como cualquier persona sociable que sale constantemente de su casa

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Para, Chris, era lo más normal del mundo el ver a más de doscientas personas al día; bueno como cualquier persona sociable que sale constantemente de su casa.

Pero justamente ese día en específico, una de las tantas personas con las que se cruzaba en la calle al caminar, pudo ver a una joven chica. A simple vista se le hizo bastante llamativa, que no evito el detenerse a la mitad del camino para logar verla con mas detalle que un simple vistazo.

Aquella chica, esperaba de pie, recargada sobre la parada de autobuses mientras miraba su celular; Sin esperarse que un chico la estuviera viendo desde hace mas de 2 minutos atras. Y no precisamente por vestir de alguna forma exagerada o algún otro comportamiento, sino mas bien por que llamo su atención.

- ¿Tal vez debería ir y pedirle su número? - Sé pregunto para si mismo un dudoso, Bang

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- ¿Tal vez debería ir y pedirle su número? - Sé pregunto para si mismo un dudoso, Bang. - No... Tal vez piense que soy un lanzado y me mande a volar...

En lo que él pensaba que cual iba a ser su próxima acción para conseguir el número de aquella persona que tanto le llamo la atención, ella levanto la mirada al ver como un autobús se iba a acercando a la parada, y comprobó que ese era el suyo. Guardó su teléfono en su bolsillo y una vez detenido aquel vehículo delante suyo se subió en el, dejando a aquel joven decepcionado de no haber sido mucho más rápido e ir a hablarle sin miedo.

El tan solo se quedo quieto mirando como se iba aquel autobús, al igual que se fueron sus esperanzas de volverla a verla nuevamente, puesto qué, ¿Cuántas probidades hay de que te cruces con la misma persona en la calle?, seguramente esas estadísticas eran del 0.0001%.

(...)

-Vamos baby, hay que ir ha esa cafetería - Dijo, Felix, quien se lo estaba pidiendo por decima ocasión. Últimamente entre todos los chicos del grupo habían agarrado la costumbre de llamarse baby entre ellos, así que no era algo extraño que esa palabra saliera de su boca, mucho menos extraño que el mayor la escuchara.

- Sabes que no me gusta el café.

- No solo venden café baby, hay muchas otras cosas que puedes pedir, aparte Jisung dijo que el iba a pagar todo lo que pidiéramos. Tenemos que aprovechar, así que arriba por que esta vez no vas a pagar tú; ya fue suficiente con qué nos comprarás una televisión nueva.

Quien diría que aquella simple frase haría que, Bangchan, aceptara ir a aquella cafetería, "No vas a pagar tú". Ahora los tres chicos estaban sentados en aquel dichoso lugar que se había vuelto de moda la última semana.

- ¿A quien vez tanto? - Le preguntó, Jisung, quien al estar sentado al frente de él noto que no despegaba la mirada de algo, o mas bien alguien. Siendo más específicos, a la mesera de la cafetería en la que estaba con sus amigos. Era más claro que el agua que él la estaba viendo desde el primer momento que paso la puerta del lugar, sus ojos inmediatamente se dirigieron hasta ella como en la primera vez que la vio.

- A nadie... - Negó sin despegar su mirada de ella.

-Si como no, ¿Tan rápido te olvidaste de la chica que decías que era el amor de tu vida?

-¡No jamás! - Su mirada se giro rápidamente hasta, Felix, a quien le había contado de la chica de la parada de autobuses. - Al contrario, es ella.

-¿Quién? - El don disimulo voltio todo su torso hacia donde había señalado, Chan, con la mandíbula.

- ¡Disimula!

Tras aquello, los demás clientes voltearon a verlos ahora a ellos con cara de confusión.

- Lo sentimos - Los tres jóvenes se disculparon a la vez mientras hacían una leve reverencia con sus cuerpos.

Ella se acerco luego de unos cuantos minutos más, esperando que ya supieran que pedir, pues estaban en la tienda desdé hace mas de media hora y aun nada.

- ¿Qué desean ordenar? - Les preguntó con una leve sonrisa en su rostro. De inmediato ellos notaron que no era de este País, no tanto por su apariencia extrajera, sino por su acento, el mismo que Felix tuvo los primeros meses al llegar a Seúl. No pronunciaba tan bien las palabras como un nativo, pero aun así se le entendía a la perfección.

Por lo que lograron escuchar durante todo este tiempo que estuvieron de chismosos sobre ella, la chica hablaba español, pues la habían oído mencionar algunas palabras con otro de los meseros, el cual también era extranjero.

Trataron de actuar natural ante su presencia; dos de ellos ya habían dicho sus pedidos, solo faltaba el mayor de ellos, quien tímido le dijo en español.

- Hola, que tal. Yo solo quiero un jugo de sandía y tú número, si es posible.

-Ummnh... Lo siento pero creo que eso último no esta en la carta, pero haré lo posible para que le traigan lo que pidió - Dicho aquello, la chica se fue sonrojada a entregar la orden.

- Tu no pierdes el tiempo eh - Habló Jisung bromeando.

Al final otro mesero les llevó su pedido, pues la chica tan solo toma nota de las cosas.

- Y esto para usted joven, se lo manda mi compañera - Le entrego un pequeño papelito antes de retirarse.

- Y esto para usted joven, se lo manda mi compañera - Le entrego un pequeño papelito antes de retirarse

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[ вαηg cнαη •°♡°• ıs тнє тyρє ]  « sтяαykı∂s »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora