ㅤ ✰ ೀ tuesday 🍄 ﹕ hyunmin .

𝑐𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 dos

 

SeungMin vivía solo, tuvo que mudarse a unos dormitorios cerca de la escuela que comúnmente los rentaban los estudiantes, debido a que, su hogar con su familia quedaba bastante retirado del Instituto y era complicado llegar a tiempo.

ChangBin era su compañero de a lado, prácticamente su vecino. Ambos partían juntos por la mañana para ir a la escuela.

-¿Qué tienes?- cuestionó el pelinegro observando a SeungMin con los párpados caídos e hinchados.

-Tengo mucho sueño- le interrumpió un bostezo -Me quedé haciendo tarea y luego estudié para el examen- comentó somnoliento -Apuesto que tu no agarraste ningún libro

-¡Claro, que lo hice! Estudié media hora y me fui a dormir-

Risas manifestaron entre los dos.

Se aproximaban a la entrada del colegio. Cada uno, sacó su credencial estudiantil y la colocó sobre el verificador, eventualmente envió el permiso para pasar, siendo concedido; abriéndose de lado la barra blanca frente a ellos.

Kim reojó a la hora de su teléfono, aún faltaba algunos minutos para que sonará el timbre oficial. Le daba tiempo para ir a regresar algo y volver a su primera clase.

-¡Bin!- nombró -Adelantate, tengo que hacer una cosa- agregó

-Te apartaré lugar- mencionó, alejándose poco a poco.

SeungMin tomó rumbo al otro pasillo adverso al suyo, sus piernitas empezaban a acelerar casi corriendo para situarse lo más rápido al salón del chico rubio.

Al llegar, asomó su cabecilla por la puerta mientras observaba alrededor y detectaba a la persona que buscaba.

HyunJin venía por detrás y con moderación se agachó en puntillas a lado del castaño.

-¿Qué buscas?- en el instante que habló, SeungMin se llevó la sorpresa del presente haciendo que su corazón se acelerará por espanto

El más bajo retomó su posición, recto y firme; y Hwang se levantó. Tanto como los dos, ladeaban unos cuantos pasos para no estorbar en la entrada.

-¿HyunJin, cierto? Eres muy olvidadizo- una vez más, le entregó el cuaderno negro.

-Gracias por traerlo de vuelta-

Kim a cortó un movimiento realizado por su testa. Se sujetó de los parches de su mochila y retrocedió del chico alto.

-¡Hey, SeungMin!- el llamado detuvó al castaño -¿Te... -ni siquiera pudo terminar de hablar cuando el otro intervinó de inmediato

-¡Adiós!, estoy llegando tarde, faltan dos minutos- monitoreó la hora en su móvil, se despidió y se marchó.

Para HyunJin, SeungMin era la persona que más quería conocer, no sólo por ser alguien con un buen aspecto físico, sino, sentía que era diferente a los demás; decifraba que detrás de esa sonrisa bonita estuviera un chico agradable. Dicho en otras palabras, le interesaba.