Capítulo 4

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Pov Karma

Como suponía, nada podía ser tan perfecto.

El orfanato es una especie de carcel para niños, si, nos dan comida y un lugar más seguro para dormir pero sigue siendo una tortura.

Todo merece un castigo y no es que sean estrictas si no que se entretienen de esa manera.

Antes nos golpeaban pero hice ver la gran delgadez de Nagisa y la madre nos cogió horror, él es muy delicado el mínimo golpee sabrá dios cuántas costillas se pueden romper, al menos da esa sensación. No iba a dejar que le siguieran haciendo daño a Nagisa por gusto.

- ¡Siempre es lo mismo contigo mocoso!- Regaño nuevamente la monja.

Era cansado que en todo momento la cogieran conmigo por mi comportamiento violento, si no se meten conmigo o con Nagisa yo no me meto con nadie.

- No es mi culpa que empezarán ha hablar mal de Nagisa- Contra ataque.

Esto nunca es bueno, a ellas le gusta tener siempre la razón, cuando ellas hablan los demás callan.

Obvio eso nunca se aplicó en mi.

- Maldito mocoso mal agradecido, lo que ocurra con Nagisa tu no te puedes meter, te vamos a separar de él- Habló molesta.

¿Por qué siguen con la misma tontería?

Mi sed de sangre salió a flote- Atrevanse a hacerlo o le digo a la policía todo lo que hacen aquí, y me meto porque los mocosos de aquí son tan cobardes que se meten con Nagisa por parecer más débil.

Obvio que estaba molesto, ellas siempre dicen lo mismo, una vez por poco hacen que adopten a Nagisa ¡nadie lo sabía! ¡Solo lo llevaron a una sala y le dijeron "esta es tu nueva familia"!, por un momento me alegre que continuara su vida para bien, pero él empezó a gritar y termino llendo conmigo llorando, las personas de la adopción se molestaron y se fueron logrando tener a Nagisa conmigo aún.

Nunca le perdónare eso a esas monjas.

Principalmente por sacar sus lágrimas.

La cara de la monja se puso roja de la rabia, sus venas del cuello y frente se notaban, iba a soltarme un grito antes que otra hermana la interrumpiera.

- Calmate hermana, yo me haré cargo- Habló dulcemente.

Era Hara-san, era una monja algo gordita pero la única que valía la pena cuando se hablaba de sentimientos.

- No hermana Hara, usted es- Estaba replicando pero le corto.

- Usted esta muy molesta, yo me haré cargo, estaremos en mi habitación, Karma vente ahora conmigo- Y sin esperar respuesta caminó por los pasillos de la Iglesia.

Me di cuenta que en una columna escondido estaba Nagi, seguro que él llamo a Hara para que me salvase, nosotros tres nos llevamos muy bien y me ha salvado numerosas veces.

Hara camino hasta esa columna y desimuladamente le hizo una señal para que fuera también.

Como no quería estar más con esa monja hipócrita me marché siguiendo a Hara en silencio, me encontré con Nagisa y le regalé una sonrisa aunque es seguro que él está molesto conmigo por meterme en problemas.

Desde pequeños (Karmagisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora