Casa de los gritos

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Suspiró tres veces y sus pulmones se llenaron del aire inundado de polvo y humedad.
Tomo el collar de su con el anillo de su madre y lo golpeó con la varita, la piedra brincó a su mano y giro tres veces.

-Hola guapo -dijo Tonks cuando lo vió.
-Hijo, mira que alto ya eres -Remus caminaba hacia él.
-Hola guapos, los extrañe -Teddy miró a su alrededor-. Así que, la casa de los gritos.
-Igual que como la recuerdo -dijo Remus mirando a los lados.
-No creí verla nunca más -dijo Tonks avanzado a las paredes.
-¿Lograste entrar? -Remus estaba de pie en la escalera.
-Lobito, no eras el único que se escabullia por las noches.
-Es la primera vez que estoy aquí, no es de mis lugares favoritos a decir verdad -Teddy recorría todo con la mirada.
-No hay nada de qué temer, yo fui lo más peligroso que piso este lugar.

Tonks le hizo una seña a Teddy y los tres comenzaron a subir las escaleras, los zarpazos se veían por todo el lugar, el barandal estaba intacto.
-Lo rompía muy a menudo, pero siempre tenía que componerlo para poder sostenerme cuando todo pasará.
-Papá, ¿eras bueno para la legeremancia?
-Tardaste mucho en descubrirlo -dijo con una sonrisa Tonks.
Teddy miro a sus padres con una sonrisa, casi llegaban al segundo piso cuando Teddy no midió bien la distancia y dió un tropezón cayendo de cara al suelo.
-Disculpen -dijo sacudiendo el polvo-. No me llevo con las escaleras.
Al parecer el ruido de la caída había hecho que algo en la casa despertara, en una de las habitaciones un gran y pesado ropero se había comenzado a tambalearse.
-Vamos a ver de qué se trata -Teddy se quitó su túnica y empuñó su varita entrando al frío y oscuro cuarto.
Movió su varita y unos cuantos fuegos saltaron de su mano y escalaron los muros para alumbrar todo mejor.
Sus padres aplaudieron inflados de orgullo.
-La verdad estoy presumiendo -Teddy reía cuando el ropero volvió a tambalearse.
Volvió a mover la varita y el ropero se abrió de par en par, unos segundos de quietud de posaron en el cuarto, antes de que Harry Potter saliera del ropero.
-Es un boggart, cariño -dijo Tonks-. Tú puedes.
-ERES UNA DECEPCIÓN -bramó Harry-. Nos mentiste, a todos, ¡DÁMELA! Dame la piedra, no te mereces nada de nadie, ¡tú no tienes familia!
-Es solo un boggart, cachorro- dijo Remus.
Teddy asintió y movió su varita, Harry se convirtió en un gnomo de jardín con la cabeza tres veces más grande de lo normal, que se tambaleaba por el lugar hasta que Teddy lo desapareció.
-¿Eso es lo que más temor te da? -dijo Tonks acercándose a su hijo.
-No es decepcionar a Harry, es perderlos, otra vez. Todos sabemos que la leyenda no es cierta, que no me volveré loco y me mataré para estar con ustedes, pero si alguien se entera, me la quitarán y ustedes se irán con ella.
-Teddy...
-No papá, sé lo que dirás y sé que un día estaré listo, pero hoy a los 16, no lo estoy.
-De acuerdo -dijo Remus-. A veces olvidó que ya no eres un niño.
-¡Ya tomé mis primeros vasos de Whisky de fuego y probé la hidromiel!
-¿Qué? -dijo Tonks con los ojos abiertos como platos.
-Sí, sí, la abuela y Harry me dieron el whisky y amanecí con la cabeza queriendo explotar y mi tío Draco me dió la hidromiel para que me regresará el alma al cuerpo.
-Espera, espera, ¿vasos? ¿con s? -dijo Remus peinandose el cabello con las manos.
-Sí, cuatro -Teddy se tocó el rostro- ya no sentía la cara.
-Wow, cuatro, eso es todo, cachorro -dijo Tonks levantando el pulgar.
Remus se aclaró la garganta.
-Vamos amor, para ser su primera vez, creo que aguantó mucho -dijo sonriéndole.
-Aunque es impresionante, creo que fue mucho para la primera vez.
-La abuela me contó que cuando yo nací tú y mi abuelo tomaron tanto que terminaron cantando, lobito.
-Edward.
-Sí mamá te dice así yo también quiero.
Tonks se partió en risa.
-Lo recuerdo, lo recuerdo -dijo riendo-. Los hubieras visto, Remus fue a decirle a los demás y cuando llegó comenzaron, después los dos se abrazaron viendo la cuna dónde dormías y comenzaron a llorar de lo hermoso que estabas... y te hicieron llorar a ti también.
-Gracias, ahora mi hijo no me va a respetar jamás.
-Claro que sí, me han dicho que tienes una tolerancia increíble al licor y que tu mamá -Teddy vio la mirada de advertencia en los ojos de su madre-, ¡eres perfecta! La mujer más maravillosa del planeta y te amo.
-Bien salvado -dijo Remus.
-Olvidemos el alcohol, iré por mi túnica, hace frío aquí -dijo Teddy con un tono burlón y giro sobre sí mismo para aparecer en corredor.
-¡Brillante! -dijo Remus.
-Aparición a los 16 sin vomitar, increíble -dijo Tonks.
-Gracias, gracias -dijo Teddy haciendo una reverencia-. Hay algo más, está navidad pase unos días con Bill, Fleur y los chicos en Francia y dimiprimerbeso.
-No entendí la última parte.
-Yo tampoco, ¿puedes decirlo más despacio? -Remus acomodaba un mechón de cabello de Tonks.
-Di mi primer beso -dijo ahora muy bajito, casi en un susurro.
-Vamos, Teddy. No entendemos -dijo Tonks.
-Yo di mi primer beso.
Teddy vió como su madre se quedó meditando lo que acaba de salir de su boca y su padre le hizo una seña de que continuara hablando.
-Estaba en casa de la familia DeLacour y es muy bonita a decir verdad, todo es azul y blanco, parece que nada se ensucia y su jardín es excelente...
-Teddy, enfócate querido -dijo Remus.
-Es verdad, sí, sí, bueno, una noche estaba en el kiosco que tienen en su jardín y Victorie llegó, nos pusimos a hablar -Teddy estaba colorado y con el cabello verde-, después de un rato ambos nos dimos cuenta de que había un muérdago encima de nosotros, mis manos sudaban y al parecer mi corazón quería salir de mi pecho, me quedé parado y ella se paró de puntas y me dió un beso.
-Nosotros estamos muy felices, verdad Dora.
-Estoy procesando que mi hijo dió su primer beso, dame un minuto querido.
-Mamá está bromeando -dijo Remus-. ¿Y qué ha pasado desde entonces?
-Nada, seguimos siendo amigos y nada más, yo siento algo en el estómago cada vez que la veo, pero no estoy seguro si ella lo siente, así que...
-¿Qué? -Tonks ponía los brazos en jarras-. Si ella te gusta tienes que decirle, o alguien más se adelantará y tú te arrepentirás.
-Lo he estado pensando mucho y lo haré, solo necesito un poco de tiempo y juntar todo mi coraje.
-Yo hice lo mismo -Remus comenzó a reír.

Estuvieron un rato más, Teddy les decía que este año habían posibilidades de que ganarán nuevamente la copa de las casas, de todo lo que hacía y sus padres lo obligaron a despedirse cuando ya había comenzado a bostezar cada cinco minutos.

Luna de Colores: ERLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora