Fate: amanecer negro

Paternidad PT3

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Para Morgan, la noche no transcurrió tranquila. Se sentó durante horas, hirviendo en las turbulentas emociones que habían surgido desde su improvisada "pelea de amantes". No era ajena a dormir poco y, por mucho que odiara admitirlo, lo más que había dormido últimamente había sido poco después de ella. . . Tryst- con el aspirante a amante de su hermana.

No era el más experimentado, ni el más dotado, pero la forma en que la había mirado casi todo el tiempo. . .

Todavía le provocaba escalofríos en la carne. Ella lo odiaba profundamente. El conocimiento de que el hombre del que ella no había obtenido nada más que una aparente lealtad sólo podía hacerlo en nombre de su hermana.

Y ahora estaba Mordred, quien lo veía como su padre, el propio error de Morgan al tratar de mantener a la niña desapegada e inconsciente para usar el conocimiento más tarde.

Odiaba cómo eso la hacía sentir. Simultáneamente disgustado con él y ella misma-

Y ella merece tenerte como madre. Y te mereces ser uno de los mejores.

A pesar de lo insípido que sonó, sintió que se le retorcían las tripas al pensar en esas palabras. Ella era solo un homúnculo, ni siquiera un humano ...

Pero a Shirou no le importaba. Y podía decir que estaba disgustado con ella por eso. La gente se había burlado de ella por sus intereses y ambiciones durante toda su vida.

Nunca había sentido lo que era tener a alguien decepcionado de ti porque pensaba que eras mejor. Era . . .

Una sensación sorprendentemente dolorosa. Sentir esa culpa, algo que había tratado de sacar de su vida hace mucho tiempo, se manifiesta de la manera más profunda.

Él había aceptado el apodo con solo lágrimas, haciéndola preguntarse qué las había causado. Si era un pasado no revelado para ella, o su empatía por el pequeño homúnculo.

No era raro para ella saber que tenía poca comprensión de los sentimientos de los demás. Morgan era consciente de que su propio ensimismamiento se había descontrolado y la había llevado a la vida de soledad que había estado experimentando.

Incluso dos años antes había estado, si nada más, andando con cautela en Camelot. La tranquila conexión entre ella y el "Rey Arturo" no se mencionó, y disfrutó de su participación justa con los caballeros y cortesanos.

Lancelot había sido uno de sus principales intereses hasta que demostró su total devoción por la culpa de acostarse con la Reina y devolverlo dando todo en silencio en algo parecido a una espiral de desesperación.

La parte vengativa de ella sintió un gran placer de que él fuera tan bajo, pero la imagen perfecta de la dama que una vez había sido lamentó su corazón. Contra el sentido común, había negado la idea de usar ese conocimiento secreto, o el verdadero género de Artoria, como un medio para sus fines.

Ella era una Bruja, no una imbécil. No podía gobernar un país en ruinas, simplemente no funcionaría. Por supuesto, podía verse a sí misma decidiendo firmemente que si ella no podía gobernar, nadie más lo haría.

Ella no estaba ciega a sus propios defectos, solo una mujer de gran emoción. Y cuando la noche se convirtió en amanecer, se quedó dormida.

Y soñó con una guerra librada al lado de su hermana, aferrándose desesperadamente a la vida.

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En contra de su mejor juicio, se encerró lejos de Shurou y Mordred durante la mayor parte de una semana. Pasando entre su Taller y Dormitorio sin mucho esfuerzo para verlos.