#Kiriasuweek2020Sexto día
Tema: Japón antiguo (masomenos XD)
Fecha: 5 de Octubre de 2020
Lo que una geisha quiere
Desde que tenía uso de razón, lo único que había podido llamar hogar era la Okiya. Los recuerdos vagos que en ocasiones entraban a su cabeza sobre su anterior hogar, no solían ser agradables, por lo general venían a visitarla en forma de pesadillas. Su familia no había sido bendecida por la fortuna, por lo cual las necesidades siempre habían sido parte de su existencia, aceptar este hecho siempre había resultado difícil para su madre Kyouko, quien muy a su pesar siempre había deseado y envidiado la fortuna de las damas de sociedad, los elegantes kimonos, las joyas, las casas.
Su familia vivía a las afueras de la cuidad de Kioto, su padre era un pobre campesino, que por medio del cultivo de arroz buscaba llenar las necesidades de su madre, quien se negaba a utilizar sus manos para labores de trabajo pesado. Recordaba de igual forma que tenía un hermano mayor que desde temprana edad había comenzado a trabajar al lado de su padre. Esos dos hombres eran lo único que podía rescatar de su pasado, el amor que pese a todo siempre le profesaron lo extrañaría y anhelaría de por vida.
A la corta edad de 5 años su madre la había puesto a trabajar lavando ropa, recordaba las calurosas mañanas en la orilla del rio, refregando la ropa sobre aquella tabla con toda la fuerza que sus pequeñas manos le permitieron. Esa vez después de cumplir con su labor había aprendido a no quejarse jamás, sus manos habían quedado ampolladas, y una que otra herida sobre ella sangraba. Hoy en día podía decir que el dolor seguramente no había sido algo insoportable, pero para esa pequeña niña fue como si la hubieran cortado en múltiples ocasiones, lloró buscando consuelo en los brazos de su madre, en vez de ello lo único que recibió fue una paliza que recordaría de por vida, comprendió en ese momento que el dolor de sus manos no era nada en comparación a los golpes recibidos por parte de su madre.
Todo esto al final terminó desencadenando el hecho de que cuando cumplió los 8 años, a escondidas de su padre y su hermano, fue vendida por su madre a la Okiya. No estaba segura cuánto dinero había recibido en el momento la mujer. Lo único de lo que había podido estar segura fue que el dolor físico sufrido por años no era comparado al dolor emocional de sentirse traicionada por el mismo ser que le había dado la vida. Entendió entonces, que nunca podría volver a ver la sincera y cálida sonrisa que su padre y su hermano siempre tenían en su rostro para ella, en aquel tiempo había experimentado la crueldad de las personas cuando anteponían sus necesidades a cualquier tipo de empatía.
Sus primeros años en la Okiya fueron experiencias totalmente diferentes a las vividas en su antiguo hogar, debía de ayudar con la limpieza, la preparación de alimentos, pero, a cambio de ello recibía una educación, aprendió a leer y a escribir, estudió el shamisen, tuvo la oportunidad de memorizar cada una de las canciones tradicionales, de igual manera el baile ahora hacía parte de sus aptitudes. Había podido poner libros a su disposición y callar con la literatura esas ansias de conocimiento, la poesía por su parte la había llevado a soñar que algún día podría encontrar el ser amado, finalmente, el Ikebana le había enseñado a expresarse, las flores se habían convertido en uno de sus lenguajes favoritos.
Desde el momento en el que había sido vendida por su madre, se le había explicado que la transacción no era realmente una venta sino un préstamo que ella misma debía de pagar una vez fuera una geisha, de la misma forma toda la educación recibida y la alimentación se sumaría a su cuenta. Cuando aprendió a sumar y restar, recuerda claramente que pensó que nunca le alcanzaría la vida para poder pagar lo adeudado a la directora de la Okiya, sin embargo, cuando cumplió los 15 años y fue aceptada por su onee-chan como maiko, comprendió que mientras mejor fuera y ganará buenas habilidades en esos años de aprendizaje, podría conseguir un danna como ella, que pagará su deuda, y le permitiera llevar una vida tranquila.
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Lo que una geisha quiere
RomansaEste fic esta hecho para el sexto día de la #kiriasuweek2020. Tema: Japon antiguo Fecha: 5 de Octubre 2020 Y ahí con la luna como testigo, selló con un casto beso el deseo de una geisha. Nota: Los personajes utilizados en está historia pertenecen a...