Mal día

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4 meses habían pasado desde esa celebración, ahora no se veían solamente los sábados, de tanto en tanto ella se quedaba en su departamento entre semana, aunque él saliera antes a trabajar. Incluso ya había dejado algunas prendas de ropa allí, para no tener que estar cargando un bolso más grande los días que eso pasaba.

Ese jueves particularmente empezó con el pie equivocado, había rechazado pasar la noche anterior con él porque tenía un proyecto grande en el cual trabajar y a la par estaba preparando una propuesta comercial para presentar a un posible cliente sin haberle consultado qué opinaba al respecto, se había acostado bastante tarde y ahora estaba corriendo con todo porque estaba sobre el tiempo. Llegó casi corriendo a la recepción del gigantesco edificio, solo 2 minutos antes de la hora de la reunión, se anunció y le señalaron el ascensor, revisó su teléfono con las indicaciones dadas antes guardarlo en el bolso y marcar el piso correspondiente. Se sentía idiota y ridícula por lo que estaba haciendo. El aparato empezó a subir despacio mientras ella respiraba profundo buscando su profesionalidad, era la primera vez que iba al trabajo de él y era para reunirse con Hanabi, quien por cierto le había dicho que contratarían a su empresa por las buenas referencias que daban de esta, pero no, ella había sido terca e insistido en presentar una propuesta sin aprovechar los nexos que tenían, en una necesidad de demostrar que se valía por sí misma y tales referencias eran por supuesto porque su trabajo era impecable. Así que allí estaba, trasnochada, llegando tarde, dudando de los bocetos que tenía y escondiéndole a Neji que iba a estar en el mismo edificio porque no sabía si él pensaría que era una buena idea o no. Revisó su atuendo, agradeciendo que su blusa era negra y no se notaba que había derramado un poco de café en esta y que su falda prensada azul no se había arrugado en el taxi, respiró profundo cuando la puerta se abrió y rogó no tropezar al caminar, creía que era lo único que le faltaba a su lista de desgracias. Pero se equivocó.

Ese piso se veía muy formal y estaba en demasiado silencio. Claramente era el incorrecto, fantástico, simplemente fantástico. Se acercó al primer puesto que había en el lugar

- Buenos días — saludó en voz baja al hombre en el escritorio quien pareció sorprendido de ver a alguien allí, en la revisión visual pudo ver casi en la mitad de ese departamento una oficina privada en la que alcanzaba a divisar justo a la persona que no sabía que ella iba a ir, suspiró resignada.

- Buenos días — la vio de arriba a abajo y cambió de inmediato de actitud, tomando un tono demasiado adulador — ¿en qué te puedo ayudar?

- Estoy buscando a Hanabi Hyūga — no estaba viendo al hombre frente a ella, tenía su mirada fija en los ocupantes de la oficina privada, había una rubia sentada sobre el escritorio de su novio casi poniéndole los senos a un palmo de distancia de la cara mientras él veía concentrado con el ceño fruncido la pantalla del computador y ella señalaba algo allí

- No es en este piso — el hombre sonreía, quitó la mirada de la oficina e intentó no rodar los ojos por la obviedad de la respuesta

- ¿Podrías por favor decirme en qué piso es? — intentó ser lo más amable posible sin que pareciera que le coqueteaba, con eso podría irse rápido antes que notara su presencia

- Solo si aceptas salir conmigo — ¡agh! ¡Día del asco! Solo quería desaparecer

- No gracias, tengo novio — intentó cortar por lo sano. Se movió para buscar el teléfono en el bolso para escribirle a Hanabi que le había dado el número de piso erróneo, pero justo con la maleta tubular de sus bocetos tumbó la lapicera metálica sobre el escritorio que cayó haciendo un ruido fuerte

- ¿Y es celoso? — se agachó con rapidez para levantar lo que estaba en el piso y poder marcharse, reprogramaría la reunión para otro día, o de pronto no, no importaba, pero no tenía intenciones de quedarse escuchando la idiotez de "no te preocupes, yo no soy celoso" ¿de dónde sacaban esas frases bobas? ¿Realmente creían que funcionaban?

Tropiezos (NejiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora