Todo iba muy bien, más que bien, genial. Estaba realmente sorprendido de la facilidad con la que surgían las cosas, se sentía tan lleno de dicha por todo. Amaba la forma en que sus manos se mantenían unidas y como ambos parecían negados a soltarse.
Pasaban los minutos, las horas y todo no hacía más que mejorar, siempre salía a la luz una anécdota, un chiste ingenioso, no había que forzar la conversación y eso era simplemente hermoso.
-¿quieres ir por un helado? -pregunto amablemente siren al ver cómo kappa le clavaba la mirada al camión de helados cual depredador a su presa
- ¿eh?, oh si claro, si tu quieres - dijo algo sonrojado, había sido muy obvio.
Se acercaron al camion, he hicieron la tediosa fila para ordenar, pidieron los helados y muy a su pesar tuvieron que separar sus manos para tomarlos, lo gracioso fue cuando ambos exactamente al mismo tiempo sacaron el dinero para pagar, y empezaron una pequeña disputa por quién debía pagar, mientras el señor del puesto miraba toda la escena divertido.
Finalmente el hombre agarró el dinero de kappa dejándolo como el ganador indiscutido de esa pelea.Como un niño pequeño kappa le saco la lengua en clara señal de victoria, haciendo reír al de ojos azules, que solo podía pensar en lo hermoso que era.
Caminaron unos metros hasta llegar a la parte de las mesas donde se sentaron y siguieron conversando. Kappa debía admitir que la estaba pasando muchísimo mejor a lo que había pensado, en primera instancia no estaba completamente seguro de si las cosas saldrían bien, habían cruzado palabras pero al ser todo en el trabajo del mayor, realmente jamás había hablado tanto.
Fue su mejor amiga la que dándole un golpe en la cabeza de la manera más amorosa que encontro, nótese el sarcasmo, le dijo "no entiendo porque te estás preocupando, vamos kappa, si el chico te interesa no veo porque no puedas salir con el" y tenía totalmente la razón. Siren era completamente diferente a todos los chicos con los que se había cruzado en su vida. A diferencia de todos él era tan dulce que lo hacía suspirar con cada pequeño gesto.
Como cuando rozaba sus manos sutilmente como pidiendole permiso para tomarlas o como estaba completamente negado a dejarle pagar algo "no kappa, yo invité, yo pago, porfavor no te preocupes" le había dicho eso.
Y lo que el consideraba lo más lindo, había visto varias veces al chico de ojos azules mirar muy fijamente sus labios, tan lindo seguro creía que él no lo notaba, pero si que lo hacía. Debía admitir que muchas veces había mordido sus labios a propósito o pasado la lengua por estos para tentarlo. Mas allá de lo caballeroso que era siren, en ese mismo momento lo único que quería era que le robara un beso.
Escucho al mayor reír captando su atención.
- ¿que?
- pareces un niño - dijo riendo - tienes la cara manchada con helado.
El mayor extendió el brazo hasta llegar al rostro del menor, poso su mano en su mejilla y con su dedo limpio la comisura de sus labios para sacar los restos de helado que habían quedado ahí. De repente todo se detuvo y siren cayó en cuenta de lo que había hecho, su rostro se puso tan rojo como un tomate. Kappa lo miraba con los ojos abiertos y brillantes.
- oh, no me había dado cuenta - si había algo que a kappa le gustaba era hacer sonrojar a siren y por ello pensó que tal vez no sería tan malo jugar un poco con el mayor, tomo su mano que seguía posada sobre su mejilla y mirándolo directamente a los ojos lamió el resto de helado que se encontraba allí - gracias siren
Si alguien hubiera hecho un top de las cosas más calientes del universo, en primer lugar estaría el rostro de siren, y luego seguramente el sol.
Admiraba y a la vez tenía un poco de envidia por la facilidad que tenía el menor para coquetear y lo atrevido que era. Aunque... mientras fuera el quien recibiera todos esos coqueteos descarados, no tenía de que quejarse.
-s-si, no hay problema - dijo retirando su mano, 'tan lindo' pensó kappa.
Terminaron de comer y siguieron caminando aunque la mayoría de las cosas ya las habían visto y prácticamente se habían subido a todos los juegos, pero ninguno quería que eso terminara, ambos se aferraban a ese momento juntos.
Pero como todo en la vida, tiene un principio y un final, y para ellos el final era que por los parlantes habían avisado que todo cerraría en media hora e invitaban a la gente a retirarse.
Hubiesen hecho lo que sea por congelar el tiempo ahí mismo, pero era algo imposible.
-oye, subamos a un último juego- propuso el menor
- ¿cual?, hemos subido a casi todos
kappa señaló la rueda de la fortuna que estaba literalmente en medio del lugar, y siren agradeció a todos los santos que conocía que haya elegido un juego tranquilo.
Se dirigieron hacia la atracción, lo mejor fue que como la gente estaba dejando el parque casi no hicieron fila para subir, llegaron y dadas las indicaciones de seguridad necesarias empezó el juego.
Desde allí arriba se podía ver absolutamente todo, desde las personas que daban vueltas por el parque, hasta la punta de los edificios que en la oscuridad de la noche parecían cientos de estrellas brillantes.
-gracias...
- ¿que?
- gracias por esto- repitió mirando fijamente a los hermosos ojos celestes de su acompañante.
- oh, no fue nada, la pase muy bien hoy.
- créeme, hiciste muchísimo.
Ambos seguían con la mirada en el otro, siren bajo la vista hacia los labios del menor, ¿sería demasiado atrevido besarlo?, ¿kappa vería mal que lo besara en la primera cita?, miles de preguntas inundaban su mente, y no tenía respuesta para ninguna, solo sabía que quería besarlo en ese mismo instante.
Mierda como quería hacerlo.
-¿que estás esperando siren?
- Estoy esperando que me pidas que te bese.
- ¿acaso parece que no quiero?
ya no hicieron falta más palabras, se acercaron lentamente mirándose a los ojos... y el mundo se detuvo, como la primera vez que se vieron, el mar de gente dejo de oírse, la ciudad entera se silencio. Con timidez sus labios se tocaron en un beso casto dónde ambos sonrieron sin poder evitarlo, la mano de siren acariciaba la mejilla de kappa en un gesto tan tierno que hubiese hecho derretir al corazón más frío.
Se separaron levemente volviendo a mirarse, como queriendo comprobar que todo fuese real, y volvieron a unir sus labios, las manos de siren sujetaron la cintura del de cabello marrón y kappa paso las suyas por el cuello de siren para profundizar el beso.
Estaban tan perdidos en los labios del otros, que no se dieron cuenta que el juego había acabado, y el pobre hombre que los había subido estaba sumamente incómodo tratando de llamar su atención.
Ambos sonrojados pidieron disculpas y juntos tomados de las manos caminaron sonriendo hacía la salida.
Terminando una noche más que perfecta.
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gracias por leer 💖díganme qué les pareció, espero que lo hayan disfrutado.
quiero darle un enfoque más maduro a toda su relación, son adolescentes así que van a haber bastantes escenas subidas en el futuro.
besos para todos 💖
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café con leche - Castillos en el mar
RomansDonde siren ve a ese hermoso chico pedir un café con leche, pero es demasiado cobarde para decirle algo, entonces escribe todo lo que grita su corazón.