Amor Detrás de la Fama | Sam & Chris | + 🔞

Capitulo 65 🔥

|Al día siguiente |

Hoy sería el último día, llegamos y nos fuimos directamente hacia los camerinos para dejar mis cosas y empezar los últimos ensayos de la coreografía.
La primera hora de ensayo me fue bien, para mi presentación la coreografía ya estaba lista. En el segundo tiempo estábamos esperando la llegada de los chicos de  CNCO, pasados unos minutos, los veo acercarse al escenario, todos me saludaron a excepción de Christopher quien se mostró distante e indiferente. Estos tres días, siempre tenía esa actitud en todos los  ensayos.
Al finalizar todos nos despedimos y nos dirijimos hacia los camerinos excepto Kevin quien decidió esperarme afuera. Entre al camerino para cambiarme de ropa ya que solo traía un top con una falda puesto.
Cerré la puerta y cuando iba a ponerle seguro, esta fue abierta y cerrada por Christopher.
Quién me levanto, atrapandome en sus fuertes brazos y me presionó contra la pared. El brazo que tenía sobre mi cintura se deslizo hacia abajo y su mano hurgo bajo mi falda en busca de mis bragas.  Atrajo mi cadera con fuerza hacia la suya, haciéndome  sentir lo duro que estaba.
Christopher: No puedo dejarte ir, Sam, lo estoy intentando pero no puedo - rozó sus labios con los míos. No discutí con él. ¿Como iba hacerlo si a mí me pasaba exactamente igual?
Apreté mi mejilla contra la suya, nos complementamos el uno al otro. Me acariciaba nerviosamente, deslizando sus manos por mis muslos.
Sentí que algo se derretia en mi alma, el desesperado alivio de estar en los brazos, del hombre que satisfacía mis deseos  más  profundos e intimos.
Christopher: Te necesito - deslizo su boca por mi mejilla y mi cuello - necesito estar dentro de ti...
Samantha: No, Chris, aquí no - pero mi protesta sonó muy débil, incluso para mis propios oídos. Lo deseaba en todas partes, en todo momento, de todas las formas...
Christopher: Tiene que ser aquí - murmuró poniéndose de rodillas - tiene que ser ahora.
Rozó mi piel. Luego hurgo entre mis bragas con sus dedos hasta la cintura y me lamio mi intimidad, abriéndose paso con la lengua para acariciar mi palpitante clitoris.
Ahogue un grito y traté de retroceder, pero no podía ir a ningún lado. No con un Christopher delante de mí, que me agarraba con una mano mientras que con la otra levantaba mi pierna sobre su hombro y me abría ante su ardiente boca.
Golpee la cabeza contra la pared y el calor se expandió por mi sangre desde el punto de donde su lengua me estaba volviendo loca. Doble las piernas sobre su espalda, obligándolo a que se acercara más  y apoye mis manos sobre su cabeza para que no se moviera mientras yo me balanceaba contra el. Sentir el satén duro de su pelo contra la sensible parte interior de mis muslos era su provocación y hacía que yo fuera más consciente de todo lo que me rodeaba.
Mi cuerpo se sacudia, mis párpados se cerraban con aquel placer ilícito.
Samantha: Christopher... Vas a hacer que me corra.
Frotaba su lengua una y otra vez por aquella entrada de mi cuerpo, provocandome, haciendo que me clavara sin pudor aquella boca en funcionamiento. Sus manos se agarraban a mi trasero desnudo, amasandolo impulsandome hacia su lengua, mientras el la empujaba dentro de mí.
Había cierta veneración en la golosa forma en que disfrutaba de mi, la inequívoca sensación de que adoraba mi cuerpo, de que dándole placer y obteniendolo también era tan esencial para el como la sangre de sus venas.
Samantha: Si - dije entre dientes, sintiendo como llegaba al orgasmo. El olor caliente de la piel de Christopher se mezclaba con mi propia exitacion. Mis pechos se tensaron dentro de mi, cada vez más apretado al sujetador y mi cuerpo se extremecía, apuntó de llegar a un orgasmo desesperadamente necesitado.
Todo mi cuerpo se puso ferozmente tenso y después, se libero con un ardiente estallido de placer. El orgasmo salió de mi como una ola abrazadora. Grite, bombeando mi cadera de una forma mecánica contra su boca. Christopher me agarro mientras mis piernas flaqueaban, lamiendo mi carne estremecida hasta que paso el último temblor.
Poniéndose rápidamente de pie, Christopher me cogio y me llevó hasta aún sofá. Me dejó caer a lo largo sobre los cojines y luego me levanto la cadera para apoyarla sobre su brazo, haciendo que mi espalda se arqueara.