31:Hospital candente.

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(contiene escenas sexuales)

Jimena

Pasaron tres días desde que Emilio me sorprendió.
Y hasta el momento va todo muy bien.
Con Emilio estamos todo el día juntos.
Parecemos novios.
Si chicos,parecemos.
Porque Emilio aún no me pide nada.
Por eso decidí que apenas salga del hospital se lo preguntaré yo.
La mujer también puede tomar la iniciativa.

-Jime,apurate,quiero pasar al baño.-dijo Emilio desde afuera.
- Ya voy ,espera un poco.
-Hace 10 minutos me dijiste lo mismo.
-Ahora es enserio.

Después de unos minutos salí.

- Por fin hermosa,sino iba a tener que entrar a la fuerza- dijo Emilio riendo.
- No me hubiera molestado.

Sonrio y entró al baño.

Emilio tiene que entrar si o si a mi baño porque si llega a salir nuestros seguidores pueden enterarse de la verdad.
Ósea,que el y yo no somos sólo amigos.

Así que si chicos,con Emilio hemos estado durante tres días en la misma habitación.
Y sólo venían aveces algunas enfermeras.
Pero el resto del tiempo,solo los dos.
Mi madre no estaba porque tuvo un viaje de trabajo.

-Jime,que quieres comer hoy?- me pregunto Emilio mientras salía del baño.
- Lo que quiero realmente?- le pregunté con cierta picardía.
- Que quieres comer Jimena,mejor dicho,a quien te quieres comer?

O si bebé,esto se encendió.
Y dudo poder apagarlo.

Me acerqué vestida con mi ropa de paciente,nada sexy,hasta su lado.

- Creo que tu lo sabes Emilio,Lo sabes muy bien.

Me tomo de la cintura y nos dirigió a la cama.
Me hizo sentarme sobre el,mientras sus manos acariciaban mis muslos.

Apenas me apoye sobre el sentí su miembro duro.

No creo poder parar esto.
Mejor dicho,No quiero parar esto.

Comencé a besar el cuello de Emilio mientras bajaba cada vez más.

Al darle cuenta que estos besos lo excitan más,seguí haciéndolo pero ahora me movia encima de el.
Mientras lo único que separaba mi intimidad de su miembro eran su boxer y mis bragas.

-Jime,joder -dijo entre pequeños gemidos-te juro que esto me está volviendo loco,pero no podemos hacerlo aquí,puede entrar cualquier persona.
-Entonces vamos al baño,ahí nadie puede entrar-le respondí con la voz agitada.

contrato de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora