Mixed Feelings

Capítulo I

*Astrid en multimedia*

El viaje

Astird

  Una brisa gélida azotó mi cara, un suspiro de cansancio se escapó de mi boca. Eran las cinco y media de la mañana, se suponía que ya tendríamos que estar de camino al aeropuerto, pero mi hermana Trixie aún no había terminado de hacer sus maletas.

  -Venga Trixie, vamos a perder el vuelo.- le grité desde abajo de las escaleras, ¿Siempre tiene que hacer las maletas en el segundo antes de salir? Sí, ¿Por qué? Porque así es Trixie, si queréis ir de viaje con ella, dile que el vuelo sale media hora antes de la real. Aunque esta vez fue ella la que lo reservó y no pude hacer nada.

  -Ya bajo- al fin, comencé a subir mis maletas al coche, vaya, este coche me gustaba. Bueno, en fin, no es lo que más me duele dejar. Tener que dejar este sitio de forma forzada... Es por nuestro bien, ya no nos podemos quedar aquí, si lo hacemos nadie nos garantiza seguridad, ni todo el entrenamiento del mundo te libra de ellos. Mi hermana baja por la escaleras con sus maletas, la ayudo a cargarlas en el coche y nos vamos. El camino hasta el aeropuerto fue rápido, vi todo por última vez, ya que sabía que no podía regresar nunca más, a no ser que ellos ya no estuvieran al mando y era una cosa que no iba a suceder. Llegamos al aeropuerto y subimos al avión, cuando llegamos ya era la hora de embarque, el viaje fue largo y ambas nos dormimos. Cuándo el avión estaba a punto de aterrizar me desperté e intenté llamar a Trixie.

  -Despierta, ya estamos llegando- dije, pero está se dio la vuelta y me dijo algo que entendí como "5 minutos más" resople y la intenté volver a despertar -Vamos a aterrizar ya, despierta- le repetí. Puede ver cómo poco a poco gruñendo y protestando se despertaba. Cuando bajamos del avión íbamos un poco perdidas por el aeropuerto, salí y levanté la vista, encontrándome con la mirada intensa de un chico de ojos azules, era bastante mono, eso no lo niego, me dio una sonrisa a la cual yo respondí inmediatamente.

  -Te ha gustado, admítelo- dice mi hermana que está a mi lado.

  Aparté la vista de él y la miré -Jamás- Trixie me da una sonrisa maliciosa.

  -Ya claro, eso ya lo veremos, te veo muy sola Shisutā*- dice con arrogancia.

 (*Shisutā = hemanita)

  -Tu tampoco es que estés muy acompañada- digo mientras pongo los ojos en blanco. Trixie me imita y pasamos por el check-in y salimos del aeropuerto para dirigirnos directamente a la casa de Nani, sí, nuestra ahora madre de acogida.

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  Cuando llegamos a la casa me sorprendí,  es grande, blanca y con varias ventanas y un hermoso jardín, con dos árboles en las esquinas dando un ambiente de paz. Se ve bastante hermosa con esos detalles en los pilares de la puerta, y esas escaleras que hacían que la entrada no estuviera al ras del suelo, dando un aspecto un tanto antiguo pero también moderno, una mezcla que no sabría explicar. Tocamos el timbre de la puerta y una chica entre joven y anciana nos recibió, con una enorme sonrisa que transmitía que era una persona bastante amable y alegre.

  -Pasad- dijo con una voz que delataba emoción. La primera que entró fui yo, la casa era luminosa y espaciosa por dentro, la decoración que se notaba que había sido elegido personalmente, el ambiente se notaba en paz -Podéis elegir las habitaciones, están en la planta de arriba- dijo mientras caminaba dirección a la parte de atrás de la primera planta. Divisé una puerta mientras caminaba a las escaleras que supuse que eran las escaleras para bajar al sótano, y ya tenía muy claro qué pasaría bastante tiempo ahí. Subí las escaleras y abrí la primera puerta que estaba a la izquierda y me encontré con una habitación bastante grande, una puerta al fondo que supuse que sería el baño, Wow, baño propio, dije para mí misma.