Resplandor. (Violentine.)

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En una noche lluviosa, Violet dormía envuelta en el brazo de Clementine. Las gotas de lluvia golpeaban la ventana de la casa de la morena y los truenos resonando a lo lejos.

El teléfono de Violet vibró sobre la mesita de noche. La rubia abrió perezosamente un ojo y se estiró hacia el celular. "¿Hola?" Respondió con su voz ronca y cansada.

Sus suaves murmullos despertaron a la morena que se movió ligeramente de la cama, manteniendo su brazo protector sobre la cintura de la rubia. "¿Ahora?" Preguntó la rubia, sonando exasperada y molesta. "Esta bien. Voy para allá." Colgó, resopló lentamente y recostó su cabeza sobre su almohada un poco más.

"¿Qué pasa?" Preguntó la morena acurrucándose con la rubia.

"Es mi mamá." Gruñó con fastidio. "Quiere que vaya a la casa."

"¡¿Tan tarde?!" Reclamó, ahora despierta. "¡¿Con esta lluvia?! ¿Para qué te quiere?"

"No lo sé. Pero tengo que ir." Se levantó y se dirigió a su baño a cambiarse, mientras seguía murmurando con molestia.

Clementine mentalmente soltó blasfemias mientras bostezaba. Encendió la lámpara de noche y se sentó al borde de la cama, frotandose la cara y quitándose el sueño de los ojos.

Esta lloviendo a cántaros afuera y es muy tarde, literalmente las 2:45 de la mañana. ¿Para qué quiere a Violet a esta hora?

Retirando las manos de su cara y apoyó sus brazos sobre sus rodillas. Los ojos de la morena se encontraron con su reflejo en el espejo. Y de inmediato, la chica había empezado fruncir el ceño.

"Clem..."

¿Será que quieren alejar a Violet de ella otra vez? Ya habían intentando miles de veces separarlas por sus ideales religiosas y esas mierdas.

"Clem..."

¿Por qué simplemente no las dejan en paz? Y aceptan a Violet por lo que es como lo haría cualquier padre.

"Clem..."

Ella es muy feliz con Clementine. No tienen derecho a separarlas con tal de complacer a su preciado dios.

"¡Clementine!"

La morena giró su cabeza hacia la rubia que terminaba de ponerse su camisa al lado de ella. "Ya me voy. ¿Ok?"

Parpadeando un par de veces, la morena endereza su postura, enfocándose en Violet. "¿No quieres que te lleve?"

Violet le sonrió con ternura. "No, gracias. Puedo irme sola, no te preocupes. Tú sigue durmiendo." Puso sus manos en los hombros de la morena y se inclinó para darle un beso.

Clementine la vio irse de su habitación. "Ten cuidado." Gritó.

"Sí." Volvió a recostarse en su cama, tratando a conciliar el sueño. Pero al escuchar el auto de Violet partir de la casa, sus ojos se abrieron con menos cansancio.

La morena no pudo volver a dormir. En cambio, se quedó viendo el techo durante unos minutos, escuchando el ligero retumbar de los truenos.

¿La lluvia podría arreciar?

¿Sus limpiaparabrisas funcionan?

¿La tendrá como contacto de emergencia?

Viendo que no lograría dormir. Se levantó de la cama y se dirigió a la cocina por un vaso de agua.

***

Después de beber, Clementine caminó frotandose la cara a su habitación, pero se detuvo al notar por el rabillo del ojo una mochila roja en el sofá de la sala de estar.

The Walking Dead one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora