Chico bueno | Dracuclawd (+18)

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Clawd esperó sentado en el borde de la cama, vestido solo con su ropa interior y un collar negro ajustado al cuello. El aire frío del patio se colaba por la ventana y besaba su cuello, erizándole los vellos haciéndole estremecer ante la venidera noche que se anticipaba. La ansiedad rumiaba en su estómago con fiereza y podía sentir como sus manos sudaban por la espera, demasiado anhelante de ver la puerta del baño abrirse para revelar a su novia.

Cuando la puerta se abrió, no solo salió el vapor de la ducha, sino que también una atractiva Draculaura en un conjunto de miedo acariciando sus curvas. Era un corset ajustado de color negro, haciéndole resaltar los menudos pechos para la tentativa vista de Clawd. Además, llevaba un conjunto de ropa interior del mismo color con encajes florales y medias a la altura de los muslos. El hombre lobo sintió un respingo de excitación creciéndole en el estómago, haciendo que su miembro comenzara a despertar sin poder evitarlo.

Jamás se cansaría de ver a Draculaura.

Del collar que Clawd portaba, emergía una correa negra que Draculaura tomó entre sus manos tan pronto vio, jalándola para hacer que su novio se levantara sin tener que decir palabra alguna. El monstruo obedeció sin chistar, colocándose de pie constrarrestando de forma rápida la altura de la vampiro. Aún así, los roles en la relación no cambiaban.

— Hoy tuve un día muy malo, Clawd. ¿Serías tan amable de divertirme un poco?

Clawd se metía tanto en el papel, que hasta le costaba hablar. El temor a ser castigado, se mezclaba con las ansias de sentir el dolor sobre su piel. Sólo se remitió a asentir y comenzó menear la cadera cómo un perro, buscando aprobación.

— Ven aquí, lobito. Te ayudaré a deshacerte de eso...

Sintió como su ropa interior era quitada por su verduga. No sabía muy bien lo que le esperaba en esa oportunidad, pero quería descubrirlo. Obedientemente levantó las rodillas para facilitarle a Draculaura el retiro de la prenda. Al quedar desnudo frente a la vampiro, Clawd sintió sus mejillas arder, viendo como ella sujetaba su erección entre sus manos para comenzar a masturbarlo con cuidado. Él no hizo más que cerrar los ojos y soltar gemidos acompasados de la mano de su novia moviéndose rítmicamente de arriba a abajo.

— D-Draculaura, espera... Si vas así de rápido yo voy a... —Clawd no tuvo tiempo de terminar, pues algunos dedos de la chica cubrieron su boca, haciendo que por mero instinto el lobo comenzara a succionarlos, llenándolos de su saliva mientras ella seguía con su acción.

— Sé un buen perrito y mantén tu boca cerrada, ¿sí? Yo me encargo de esto... —comentó, siguiendo con su labor. Al sentirse llegar, Clawd mordió un poco los dedos de Draculaura y aulló entre gemidos, corriéndose sin pensarlo,  manchando la mano de su novia con su semilla. La muchacha sonrió, quitándole los dedos de la boca viendo como habían pequeñas marcas de los colmillos del lobo en ellas, pero no le dio importancia. —  Así es, ese es mi chico bueno...

Clawd jadeó, aún un poco cansado y le dedicó una sonrisa agradecida, a sabiendas de que había complacido a la mayor.

— Ahora, ¿qué tal si me ayudas a mí? — preguntó la más baja en tono coqueto, bajándose la ropa interior revelando su sexo humedecido para la vista golosa de su novio. El hombre lobo le sonrió y asintió colocándose de rodillas entre sus muslos para comenzar con su trabajo. — Cuando quieras, cie-... ¡Ah!


Sin ningún juego previo, Clawd pasó su lengua por su monte, abriendo de paso los labios para tener más acceso y succionar sin compasión, deleitándose con los gemidos de su novia mientras le practicaba sexo oral. Podía ser muy obediente, pero también era orgulloso y no dejaría a su chica tan fácil sin proporcionarle antes un orgasmo placentero.

Perdiendo la delicadeza, dirigió su mano libre al trasero de Draculaura y lo apretó sin compasión, a la vez que ella tiraba de su correa para acercarlo más a su intimitad.

— ¡A-Ah! Estoy... Estoy cerca... Clawd... Clawd... ¡Clawd! —la vampiro soltó un fuerte gemido, sujetando con firmeza el cuero cabelludo de su novio y la correa, corriéndose en la boca del lobo sin miramientos. Cerró los ojos y soltó un suspiro al volver a relajarse, dejando caer la correa al suelo para después caer arrodillada junto a su novio, buscando su rostro con sus manos.

— Eso fue maravilloso, Clawd. Te amo.

— Yo también te amo, Draculaura —murmuró Clawd, embobado con la sonrisa complacida de la mayor. Se acercó a sus labios para besarla, pero ella lo frenó y dejó uno de sus dedos en sus labios.

— ¡A~Ah! Lávate primero la boca, lobito —dijo con un pequeño guiño. El chico asintió, riendo tontamente. Después, Draculaura se levantó y le tendió su mano al lobo.

— ¿Y bien? Aún nos queda toda una noche por delante y esa cama aún está en perfecto estado.

Clawd sonrió pícaramente y se erguió con rapidez, tomando de forma desprevenida a Draculaura entre sus brazos haciendo que ella soltara un pequeño gritito. Luego, la llevó sin mirar hacia atrás hacia su recamara juvenil, con ansias de tener una noche llena de intensidad con su novia.

— Ahora, me toca a mi llevar la correa —susurró contra su oído. Draculaura se sintió temblar.

Sería una noche muy larga.

Me siento sucia, y si ustedes lo leen, también deberían.
-Spxiler

Monster Shots | Monster HighDonde viven las historias. Descúbrelo ahora