La cruzada contra el dragón negro no salio como se esperaba, incontables y valiosas vidas se perdieron, pero dos aventureros se mantuvieron firmes para proteger hasta su ultimo aliento a su pequeño destinado a la grandeza
La historia de un héroe dif...
Bell estaba en la sede de su familia, hace un rato había llegado luego de dejar a Rai, Luu y Finna en el orfanato sanos y salvo, eso sí, con una inmensa sonrisa luego de conseguir nueva ropa, cenar y jugar un largo rato.
Un dios de cabellos azul oscuro salió de una puerta ante el llamado del peli-blanco.
-¿Si? ¿Ocurrió algo?-
-Nada malo por si preguntas, necesito que todos se reúnan, debemos ir a un lugar.-
-¿Eh?.... entiendo, espera un minuto-
Y con eso dicho desapareció en otra puerta mientras bell se quedaba pensativo en su lugar.
Esperaba que todo saliera bien, por lo menos, quería darle una alegría en la vida a Miach y Naaza, aunque sea un poco, por eso invirtió en algo que beneficiaría a toda la familia y a él.
-¿Nos llamabas bell?-
Welf entro a la sala junto a Naaza y Miach, todos lo miraban confundidos por el repentino llamado de bell.
-Solo... síganme, no diré nada hasta llegar al lugar... y tendrán que ponerse esto-
Espeto bell, mientras les daba una venda para los ojos a los tres.
-¿Cómo iremos con vendas puestas?-
Pregunto Naaza mientras observaba con curiosidad a bell, cada día lograba que su curiosidad por el peliblanco aumentara, no solo por su poder, sino por el motivo de cada acción suya.
-Yo los guiare-
Respondió con simpleza mientras todos asentían, se pusieron las vendas en los ojos y siguieron lo más cerca posible a bell, no supieron cuánto tiempo paso, tal vez unos largo 20 minutos caminando, podían escuchar el bullicio de las calles de Orario pero no verlo, sentían que doblaron en varias interacciones y que pasaron por silenciosos callejones.
Finalmente luego de un largo rato se detuvieron.
-Esto lo diré antes de que se saquen la venda, lo que hice, lo hago para que la familia ya no sea rebajada de ninguna forma, esto será el comienzo del alzamiento de la familia Miach sobre las demás familias, tanto de forma medicinal como militar, obviamente, Naaza se encargara junto a ti Miach de la parte medicinal... yo y welf por nuestro lado de la parte militar, no quiero que se sientan mal o que me deben algo con lo que verán, sé que se lo merecen y con creces-
Explico aumentando las dudas y la curiosidad de todos, uno a uno se quitaron las vendas y en un instante sus ojos se abrieron de par en par.
Frente a ellos una enorme mansión se alzaba en toda su gloria tenía dos caminos repletos de baldosas y en el centro varias fuentes y arreglos florales, cercano, en los mismos terrenos de la propiedad había una fragua de gran tamaño con dos pisos la cual Welf vio con una sonrisa ansiosa, por su parte Miach y Naaza estaban mudos, no sabían que pensar o decir.
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