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La noche anterior, Juliana había sido detenida y internada ya que se había escapado a la misma fiesta en la que habían estado Bryan, Daniel y Gigio.
Por otro lado, Emma no prestaba atención por estar recordando su pelea de anoche con su mamá y sabiendo que se había drogado por primera vez.
Francisco: hey, Emma, ¿se queda o se va? - esta no lo escuchaba - hey - salió del trance y lo miró -.
Emma: ¿qué quiere?
Francisco: que llevo dos minutos dando clase y usted parece que estuviera en otro mundo, si le parece muy aburrida mi clase ahí está la puerta.
Emma: ¿pues sabe que?, me importa un pito su aburrida clase - todos soltaron un "uyy" -.
Francisco: pues haberlo dicho antes - se alejó a buscar algo - para estudiantes como usted tengo una revista buenísima - sacó una de chistes - léala y si hay algo que no entiende me avisa.
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Emma reía de aquellos chistes haciendo que sus compañeros le reclamaran por no dejarlos escuchar la clase.
Francisco: veo Emma, que cada vez entiende mejor los chiste.
Emma: pues si, están muy buenos - dijo riendo -.
Francisco: pero que pena que nosotros aquí la molestemos, ¿no quiere ir a leer a otro lado?
Emma: no, ¿sabe qué? yo puedo soportarlos a todos, la revista y hasta su aburrida clase.
Francisco: no, pero no es necesario, sálgase.
Emma: ¿sabe qué pasa? Que si me salgo una me pone cero.
Francisco: si es por eso, no tranquila que usted pasa mi materia así no vuelva entrar más.
Emma: ¿usted me esta diciendo que si me voy, usted me pasa?
Francisco: así es.
Emma: ay que chimba - chilló emocionada - a no, ¿pero sabe qué? aquí estoy cómoda.
Rubi: deje de hacer drama y salgase, Emma.
Emma: ya, ya, me voy - le dio la última mirada a Francisco para luego irse -.
