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Los alumnos de noveno A se fueron a la iglesia en donde todos rezaron para luego cada uno irse, estaban todos caminando, aunque Bryan seguía tratando de hablar con Emma.
Bryan: ¿sigue molesta?
Emma: nunca estuve molesta - dijo mirándolo, el sonrió -.
Bryan: a bueno y... - fue interrumpido por Daniel quién llegó -.
Daniel: Bryan ¿puedo hablar con usted? - él aceptó, Emma se despidió de Bryan y Daniel para luego irse con Cristian -.
Los dos tuvieron una charla de una supuesta broma que el primo de Daniel le hizo sobre un mensaje de Bryan, por otro lado Mariana fue a visitar a Luna.
Llegó la noche y Emma estaba en su casa.
Vanesa: ¿y que paso con esa chica que se lanzó?
Emma: no sé, no hemos sabido nada de ella - dijo sin quitar la vista de su celular -.
Vanesa: ¿puedes dejar de lado ese celular? - dijo molesta -.
Emma: para que quiere que lo deje para que me comience a dar un discurso y luego termine de gritarme que soy una molestia pa' usted - lo que recibió por parte de su mamá, fue una cachetada, la chica solo la miró y salió de su casa con rumbo al parque -.
Llegó al parque y solo se puso a caminar hechando algunas lágrimas pero se las limpiaba rápido, odiaba no tener control, y siempre terminar llorando.
Al rato a su lado llegó Cristian.
Cristian: ¿qué hubo, Em? - los dos chocaron los cinco -.
Emma: pues nada... ¿y tú dónde estabas?
Cristian: vengo de donde Bryan y pues te vi y aquí estoy, bueno y créeme te conozco y mucho como para saber que estabas llorando.
Emma: entonces si ya sabe pa' que pregunta - dijo este golpeandolo en el hombro, él solo rió -.
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Al siguiente día ya estaban todos los alumnos en el salón conversando, Emma solo estaba sentada en una banca sola, pero la voz de Fabian la sacó de sus pensamientos.
