Cemetery~GiyuuTan

Capítulo Único

La historia está basada en "Cementerio de Mascotas" de Stephen King

.

.

.

El día era precioso, el sol alumbraba y el clima era fresco. Tanjiro respiró con profundidad mientras sonreía, aun les quedaban unos quince minutos de viaje en el coche para llegar finalmente a su destino. «Ise» era una ciudad localizada en la prefectura de Mie, sin embargo, a diferencia de Tokio, el lugar en donde hasta hace poco residían, tenía una estética más tradicional y si bien no faltaban los visitantes al ser el lugar donde se encontraba el santuario shinto más importante de Japón, era mucho más tranquilo.

—Es un hermoso pueblo Giyuu —dijo con tono suave. Sus mejillas estaban agradablemente sonrojadas. Se giró a ver a Nezuko, su adorable hermana menor—. ¿Te gusta Nezuko?

La niña de escasos seis años asintió no muy convencida.

Tanjiro sonrió tristemente. Nezuko había dejado de hablar cuando sus padres y demás hermanos habían muerto. Toda la familia a excepción de Tanjiro que se encontraba en su primer año de universidad; iban en el auto, era tarde y llovía, su padre siempre había sido un conductor precavido, sin embargo, no lo era el conductor del otro auto que los embistió cuando se pasó el alto. Todos salvo Nezuko habían muerto, y cuando Tanjiro se reunió con ella, se negó a pronunciar palabra.

—Estoy seguro que harás tantos amigos en tu nuevo colegio —continuó diciendo intentando sacar conversación de su hermana. Nezuko solo miró por la ventana y Tanjiro suspiró con decepción. Una de las manos de Giyuu, le dio alcance a una de las suyas y la apretó ligeramente. Tanjiro lo miró y le sonrió agradecido.

No sabía que haría si Giyuu no estuviera en su vida. Lo había conocido cuando iba en segundo año de preparatoria, para Tanjiro había sido amor a primera vista. Sin embargo, en ese primer encuentro se había decepcionado porque el era mayor, estaba por graduarse de la universidad y además, lo había visto acompañado de una joven hermosa; era evidente que nunca se fijaría en un chico como Tanjiro. Pero las cosas habían dado un giro cuando Zenitzu e Inosuke lo habían arrastrando a una fiesta de final de año. Ahí habían hablado por primera vez, Shinobu, la chica con la que lo había visto esa primera vez y que al parecer disfrutaba de burlarse de él, le había sonreído y había hecho un comentario fuera de lugar con respecto a Tanjiro que había hecho que Giyuu se sonrojara. Así es como había empezado, ahora casi tres años después, Tanjiro no vislumbraba su futuro sin él.

Finalmente llegaron a la casa. Era una casa totalmente tradicional, pertenecía a la familia de Giyuu. El jardín era amplio y una área era colindante con un espeso bosque.

—Creo que es demasiado grande para solo tres personas —murmuró Tanjiro cuando observó la amplitud de la casa.

—Ve el lado positivo —pronunció Giyuu mientras lo rodeaba a través de su cintura—. Puedes usar toda una habitación como tu estudio de pintura.

Lo besó en la mejilla haciendo que se sonrojara. Tanjiro se sentía complacido. Un nuevo inicio era lo que necesitaban.

Sin embargo, el sonido de un camión a exceso de velocidad les hizo sobresaltar, rompiendo la atmósfera tranquila.

Nezuko que había estado explorando el jardín, corrió asustada a los brazos de su hermano.

Miraron con el ceño fruncido mientras otros dos camiones le seguían al primero.